El sistema de AFJPs fue una de las mayores estafas de los añorados 90s. Catorce años después de su puesta en práctica las cuentas de capitalización están depreciadas y garantizan haberes menores a los del sistema de reparto. Al mismo tiempo, el agujero fiscal que produjo la pérdida de esos aportes para el Estado explica buena parte del colapso final de la convertibilidad y el estallido de 2001. La idea era perversa desde el inicio: entregar un derecho social y una protección frente a los riesgos de la vejez y la muerte a la especulación del mercado financiero. Claro que, bajo el paradigma cegador del neoliberalismo esa retracción del Estado resultaba perfectamente lógica, era el clima de la época que le daba sentido a esas locuras. Y ahora que todo se cae - aunque no duden que mañana y pasado, y los próximos días haya un intento de presentar esto como una "expropiación" - nuevamente el Estado debe hacerse cargo antes de que el sistema colapse irremediablemente. En este caso, un efecto no deseado positivo, sin dudas.
3 comentarios:
Los estoy esperando
Volveré y seré la mínima, vital y móvil
desconfiar, es lo unico, que parece quedar.
sobre todo porque la maniobra no implica mas que la compra de deuda privada.
de lo que nadie habla: señores, el dinero se ha acabado. no hay dinero en las arcas estatales y no lo hay en nuestros "ahorros" de afjp.
no hay que olvidar que aquellos que hoy son gobierno, en su momento levantaron la manito para votar las leyes que permitieron aquella falacia de los 90'.
por otro lado se continua demostrando que la unica "posibilidad" economica que encuentran los k, no solo para paliar la crisis, sino ya para sostener el "modelo" (algo sumamente abstracto, es la recaudacion impositiva, que caera en la medida que la crisis arrastre al poder adquisitivo de los contribuyentes. que, esta mas que claro, no son las grandes empresas ni el mentado campo...
el estado ha muerto, viva el estado.
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