miércoles, julio 30, 2008

Últimos movimientos

¿Qué queda de todos estos días? Primero, la certeza de una derrota. Lo dijimos acá, y lo dijeron otros (compañeros de ruta, me siento tentado a decir, invocando esa expresión cara a la izquierda del siglo XX): el rechazo de las retenciones constituyó la primera batalla ganada del rearmado frente pre-decembrista. También fue, con sus equivocaciones, con sus derivas, la primera vez que muchos se acercaron a la arena política impulsados por el deseo de discutir la renta con un sector poderoso "realmente existente". El kirchnerismo basó su legitimidad desde el 2003 en la confrontación con los jirones del modelo neoliberal: figuras desligitimadas, prácticas de probada corrupción, la pesadilla que sobreviene después del glorioso polvo noventista. Eran blancos corroídos por la reciente experiencia histórica, espectros que el viento de cola de la sociedad (blanca, clasemediera) clamaba por eliminar. Lo mejor de Kirchner (Néstor) fue estar en sintonía con la música de la época, y llevar esa música un poco más allá, un poco más lejos de lo que el sentido común pedía. Ese ir más allá del sentido común de una época, ese tentar los límites lo posible - con los avances y las agachadas -, poniendo disonancias en la orquesta de la doxa, es lo que se llama política.

Qué queda de todos esos días, vuelvo a decir. La certeza de que no basta con tener razón, de que la política (y lo político) es el terreno de la persuasión más que de la argumentación racionalmente estructurada. Lejos de las fantasías habermasianas del ágora donde los participantes intercambian juicios y consesuan posiciones, lo que prima es la capacidad para movilizar apoyos, para conmover a la sociedad, para capturar la imaginación de la opinión pública. La construcción - en cuestión de días - del actor "pequeños y medianos productores" es un ejemplo claro de ese tipo de operación. Que no debe reducirse sólo a la pésima comunicación del gobierno, sino más bien, a la confluencia de medios, humor social y ciertas transformaciones que se dieron al interior de la sociedad desde el 2003 a la fecha. Esa música de la que hablaba antes y que Kirchner supo interpretar y llevar más allá, ha cambiado de tonada y una medida racional y sensata como el aumento de retenciones a un producto que multiplicó su valor en dólares pasó a ser vista como un epifenómeno de cierta locura (digresión: es interesante la repetición del tema de la locura en los ataques al gobierno, desde la "bipolaridad" de Cristina al "mesianismo" de Moreno) gubernamental. Se impone, se dice, un regreso a la sensatez. El tiempo de las divisiones y la confrontación, se dice, debe quedar atrás. Traducido: volver a un Estado que no introduzca "ruidos" en la economía, que deje crecer la soja en paz, que permita aprovechar la ya mítica "extraordinaria oportunidad histórica" de reinsertarnos en el mundo nuevamente como un país agroexportador.

En este marco, el tema para el tiempo que viene es cómo se relacionará el gobierno de Cristina con esa música que viene de las clases medias, que ya han decidido cerrar definitivamente la etapa anti-neoliberal post 2001. Dar la batalla ahí, me parece, no sólo va implicar avanzar en la democratización de los medios de comunicación, sino principalmente profundizar políticas públicas distributivas que puedan tener como sustento a sectores sociales movilizados en defensa de esas mejoras. Algo que el kirchnerismo siempre ha sido renuente a hacer, y que le costó bien caro todos estos meses.

martes, julio 22, 2008

Adorno tenía razón: la tele es una garcha

Ahí salía yo de la oficina para fumar un cigarrillo en la escalera del edificio y estaban las chicas del programa Juana Azurduy.
- El otro día la vi a Victoria Donda en el programa de Mirtha Legrand.
- Ah, yo me lo perdí. ¿Qué pasó?
- Nada, la vieja la corrió por derecha mal.
- Y claro, esa vieja.
- Le dijo, contanos cual es tu historia.
- Hija de puta.
- Y al final, lo peor es que le dijo que era parecida a Wanda Nara.
- ¿Y ella que le contestó?
- Ahí justo pusieron la musiquita esa del final.

Tengo que tomarme vacaciones. Definitivamente.

lunes, julio 21, 2008

El futuro no está escrito


¿Estabas tan seguro de eso, Joe?

sábado, julio 19, 2008

La larga risa de todos estos años


Leo, con temblor, esta noche, la nota de José Claudio Escribano en La Nación. Empieza con un "He visto desde el corazón de este diario..." y repite el tropo a lo largo del texto. Ginsberg en Aullido. Ginsberg en sus peores pesadillas bajo el efecto de la benzedrina más letal y barata de los barrios negros neoyorquinos. Hay, en la nota de Escribano, un tono fatal, un tono de final de época, con toda la solemnidad, la gravedad y la pretenciosidad de los manifiestos. La nota de Escribano es un bando. La nota de Escribano es la traducción más honestamente brutal de las pretensiones de los ganadores del jueves. "La experiencia ha demostrado que cuando, por ignorancia o sobrevaloración de las propias fuerzas, hay un desenfreno voluptuoso en la fantasía de imponer el poder sobre otros, se encuentra, tarde o temprano, un límite infranqueable en el orden natural, sin el cual es imposible la convivencia civilizada entre los hombres." Una teoría del límite de la política frente a la "fuerza de las cosas". La hora de la revancha por los frentes abiertos del kirchnerismo ha comenzado.

Y el título de este post: el cuento de Fogwill, claro. "No éramos tan felices, pero si en la reuniones de los sábados alguien hubiese preguntado si éramos felices ella habría respondido 'seguro, sí'..." Pasa eso. A mi, por lo menos, me pasa eso. Tal vez porque pienso en todo lo que pasó estos años, en lo público y en lo íntimo y en cómo esos elementos se fueron mezclando de maneras extrañas para producirme. Sí, pienso en vos. Y en vos también, que ya no estás. Y en vos, que estás y no estás al mismo tiempo. Y pienso en todo lo que leímos y lo que escribimos, y en lo que pensamos y en lo que discutimos. Y pienso en todo lo que nos reímos, también nosotros, todos estos años.

Éxtasis y política

A mi también, a mi también.

viernes, julio 18, 2008

Antes del atardecer

Ayer decíamos que la principal consecuencia del voto en el Senado es la constatación de los límites del proyecto kirchnerista. Pero habría que ampliar eso, no reducirlo meramente a la derrota de una propuesta gubernamental. El resultado es la confirmación de que hoy por hoy las fuerzas sociales opuestas a cualquier (y resalto el cualquier) intento de intervención estatal en la economía y limitación (aunque sea módica) de las ganancias de los sectores concentrados son más fuertes que aquellas que están por la tan declamada y vaporosa "distribución del ingreso". El impacto del voto definitorio de Cobos, ese desempate, marca eso: el final de cualquier intento de politización que introdujera "ruidos" en el pácifico trayecto de la acumulación económica. Como lo dice hoy un esclarecido vocero de la derecha realmente existente, Joaquín Morales Solá, "[Néstor Kirchner]Comparte con Cristina Kirchner un sistema de poder según el cual todo (reorganizar la economía, respetar las instituciones, construir una cultura política más sofisticada) se resuelve en un campo de batalla. Esa lógica los abatió." Paz y Administración. Consenso. Diálogo. Ha sonado, dicen los victoriosos caudillos de Palermo, la hora de obligar al gobierno a sentarse a dialogar, se impone abrir la mesa de negociación, resolver las cuestiones pendientes. La palabra consenso, que tanto sobrevoló la sesión del Senado y que utilizó Julio Cobos como último manotazo de ahogado para evitar hacerse cargo de la decisión que ya había tomado hace tiempo, es el signo de estos tiempos. El sueño corporativo de la larga mesa de negociación, de las carpetas que dan vueltas, de las concesiones, de los beneficios acordados en despachos de ministerios evocando el desarrollo nacional, bla, bla, bla. El consenso corporativo es el campo de batalla de los que pierden las elecciones.
Así las cosas, el escenario no es muy optimista. Las alternativas de un contraataque populista o de una retirada temporal para "pasar el invierno" lucen igualmente problemáticas en este contexto. Tal vez lo mejor sea leer el resultado como lo que fue, como la primera victoria del rearmado frente pre-decembrista, comenzar a contar las fuerzas propias, avanzar en lo que se pueda, no cometer los errores de todos estos meses. Y sobre todo, ser conciente de la sociedad en la que nada ese extraño animal llamado kirchnerismo.

jueves, julio 17, 2008

Jueves 4:00 am

El que avisa no es traidor. Valga eso para el Cleto Cobos, el voto más previsible (sí, aunque suene demencial) de la noche. El problema no fue ese, el problema fue haber llegado hasta ahí. La votación de esta madrugada lo que puso de relieve fueron las inconsistencias del bloque de poder oficial: ¿cuantos senadores elegidos en la boleta de Cristina votaron en contra? Se perdió ahí. La estrategia electoral de la concertación, de las colectoras, de la doble boleta (ahí estaba el salteño Romero, ahí estaba Reutemann, ahí estaba Urquía, ahi estaban los supestos radicales K) se demostró inutil para acompañar al gobierno en la votación legislativa más crucial de estos cinco años de kirchnerismo.
Votación crucial no por la plata que había en juego, sino porque daba una señal clara de que esta vez sería un sector ampliamente beneficiado quien aportaría su cuota al tesoro nacional. Algo no muy frecuente en la historia argentina. Las retenciones móviles, expresaban un tímido intento de intervención estatal para captar parte de la fabulosa renta "caída del cielo" a los bolsillos de los simpáticos y campechanos "productores" agropecuarios. No era la reforma agraria - esa que con un cinismo pocas veces visto Buzzi y cía mentaban tanto - no era el IAPI, no era la nacionalización de la banca. Era apenas una medida de mínima racionalidad en un contexto de alza mundial del precio de los alimentos, entre otras cosas.
Lo que demostró esta votación es que hoy por hoy no tenemos una coalición de poder con la fuerza suficiente como para doblarle la mano a los grupos económicos más concentrados. Era increíble escuchar ayer a senadores que votaban por el no corriendo por izquierda al gobierno y proponiendo gravar los plazos fijos. ¿Se imaginan lo que pasaría si se gravaran los plazos fijos? Si por un aumento a las retenciones sojeras pararon el país durante 100 días, imagínense lo que harían si se tocara el corazón del sistema financiero.
Creo que es bueno darse cuenta de esto. Es bueno conocer los límites. Es bueno bajar a la tierra de vez en cuando. Y es imprescindible aprender de esta experiencia y comenzar a encarar los miles de temas que quedaron en suspenso durante estos cien días. El gobierno sigue teniendo la iniciativa, sería bueno que se den cuenta que esta derrota parcial sólo se dará vuelta profundizando el rol del Estado y las políticas de distribución del ingreso. Quedarse a la defensiva ahora, es entregarle el terreno a una oposición que viene por todo.

miércoles, julio 16, 2008

Us and Them

"Diferencias: en la FIESTA del campo, no hacia falta la policia, se sentia un aire bueno y limpio, gente con los nenes, autos estacionados que no fueron dañados, vendedores ambulantes felices, y un discurso interesante. En el ACTO del gobierno(a quien van a mentir... no era del FPV ni del Peronismo, la unica que falto fue cristina, porque despues estaba TODO EL GOBIERNO K ahi arriba): custodia policial por todos lados bien atenta, todo sucio, un olor raro(vino y sudor entre otras cosas), los negocios cerraron, paredes pintadas con aerosol, la gente se escapo de la zona(y aledañas) y el discurso fue el mismo envenamiento mentiroso de siempre."

Comentario de un lector de La Nación. (Me mató lo de "vendedores ambulantes felices").

martes, julio 15, 2008

Alquimia social

¿Vieron que Luisito Barrionuevo ahora es casi casi Juan Bautista Alberdi? Todo lo que toca el "campo" lo convierte en blanco.

sábado, julio 12, 2008

Pegame que me gusta

Bien, bien, bien. Parece que la desesperación les hace decir finalmente la verdad. Lo interesante es cómo, ante la más descarnada puesta negro sobre blanco de los reales intereses en juego, los comentarios de los lectores (ese nuevo colectivo editorial, en vivo, de la doxa clasemediera) siguen fieles, agarrados con uñas y dientes, a las representaciones camperas que se forjaron durante el conflicto. En fin, un síndrome de Estocolmo ya irrecuperable.

Las chicas de Sociales se masturban así (III)

Retomamos una vieja y olvidada sección de este blog para deleite de las féminas de Marcelo T. Esta vez con el Cormac McCarthy de la sociología nacional.

Carne

El diario me parece más que flojito. Pero esta tapa, evocando a la Coca es sencillamente genial.

viernes, julio 11, 2008

Afinidades electivas

Y pensar que la semana pasada mi jefa me pedía que armara clusters y yo no sabía muy bien como hacerlo... ahora estoy en uno. Bué, no cambia mucho las cosas.

M*A*S*H

soldado

martes, julio 08, 2008

Los mandarines

Supe de un grupo que hacía cosas interesantes pero se terminó desintegrando porque cuando vino Agamben lo invitaron a un asado y no se pusieron de acuerdo en quién iba a pasarle el chimichurri. En la facultad se escriben ponencias, se organizan jornadas, se hacen publicaciones, etc.. Después la gente se reparte las becas y demás dádivas otorgadas por el estado, ONG's o fundaciones privadas, escribe una tesis, a veces pasa una temporada con los pobres (si está de moda) o en alguna universidad extranjera. En última instancia lo que se hace es reproducir la circulación de las únicas retribuciones que proporciona la vida de los docentes e investigadores de las facultades de sociales y humanidades: cierto vago prestigio en capas bien diferenciadas de las clases medias urbanas, la prédica a los conversos como placebo para conciencias torturadas por sus buenas intenciones, y, lo más importante, el acceso a los cuerpos jóvenes de los alumnos (igual que en los talleres literarios).

Vanoli, en La Contrarreforma.

Televisión pública

Estoy mirando la tele. 11:30 hs. En el canal Encuentro (cable) pasan en vivo la lectura del veredicto contra el acusado de matar a Fuentealba. En canal 7 (aire) Fanny Mandelbaum entrevista a Ingrid Grudke, y un recuadrito en la esquina inferior izquierda sigue en vivo la apasionante ruptura del glacial Perito Moreno.
¿Es necesario decir más?

lunes, julio 07, 2008

Cut & Paste


“Cuando entra el ego por una puerta se va el talento por la otra y uno pasa a decir pavadas todo el tiempo”.

Mauricio Macri, en China, luego de leer sesudamente las analectas de Confucio (o de Ari Paluch).

VC Presente

Teniendo en cuenta la vergonzosa actitud del diputado Claudio Lozano, que por lo menos formalmente representa a Proyecto Sur como legislador en la Capital Federal, ungido como tal con los votos de esa agrupación en octubre de 2007, el Partido de la Liberación (PL) repudia sus posiciones favorables a la oligarquía y la derecha reaccionaria durante todo este tiempo de lockout patronal agropecuario, coronado con su voto junto a ese espectro de derecha en la sesión que culminó el sábado 5 de julio al mediodía.
Sus compañeros de voto fueron la derecha procesista del PRO, la derecha banelquista de Patricia Bullrich y la Coalición Cívica, la derecha radical de Oscar “Milico” Aguad, y la derecha peronista de Felipe Solá y los duhaldistas. Ni siquiera tuvo el gesto oportunista de la abstención; lisa y llanamente se sumó al voto de esa derecha, a la que secundó con la negativa a dar quórum. De ese modo, Lozano ha roto el compromiso de Proyecto Sur con el sector del pueblo argentino que lo votó con la esperanza de aportar a una fuerza política progresista, antiimperialista, nacional, popular y de izquierda.


Por lo menos estos chinos (o ex chinos, mejor dicho) son más sensatos que los bizarros del PCR, que ven en el "Melli" De Angeli a la vanguardia del campesinado. Un abrazo, muchachos.