Me gustaría escribir algo más sobre el tema Carrió, algo más aparte de las ironías amargas o de los chistecitos fáciles (tan fáciles) sobre su bizarro lugar actual.
Lo que impresiona es el efecto deletéreo que el campo político ejerce sobre las fuerzas minoritarias. Las va limando poco a poco. En el caso del Frepaso bastó que el significante aglutinador desapareciera (el menemismo) para que se desintegrara. En el caso del ARI, la aparición del kirchnerismo y la asunción por parte de este de algunas de las banderas de centroizquierda; y la bajísima institucionalización como partido obraron el milagro. ¿Cómo se puede surgir demandando ingreso social universal y terminar defendiendo a la Sociedad Rural e intentando alianzas desesperadas con referentes de la derecha liberal? Ese viraje ideológico otros partidos lo han experimentado en un lapso de 50 años, el ARI en tan sólo cuatro.
Aquel ARI nacido de la disolución de la Alianza pretendía recuperar un discurso marcadamente ideológico que desandara el fracaso de la experiencia aliancista: un partido programático que llenara el espacio vacío dejado por los males del pragmatismo. Era, ciertamente, un espacio que le hablaba a "los progresistas blancos" pero que recogía demandas sociales de tipo inclusivo que iban más allá de las preocupaciones habituales de los sectores medios. El mencionado ingreso universal por hijo es un ejemplo, así como su acercamiento con sectores de la CTA.
La derechización de ese espacio - o de Carrió como vocera omnipresente del mismo - obedece, me parece, no tanto a que el gobierno haya ocupado la izquierda del espacio político (lo que creo es evidente que no ocurre) sino a las incapacidades para construir un partido político instucionalizado minimamente que limite la libertad de acción de su líder. En ese sentido, la tendencia de Carrió a anteponer a las alianzas de tipo programático "alianzas de conductas" la lleva irresisteblemente a girar hacia la derecha del espectro político. Porque, si el único requisito para conformar un frente es la honorabilidad de los dirigentes, necesariamente el aspecto ideológico tiende a esfumarse, a lavarse, a caer en la vaguedad de las buenas intenciones.
Una política fundada en las virtudes privadas es la muerte de la política. Vacía de contenido cualquier lucha, convierte a lo público en una extensión de la moral privada. Se niega el conflicto, los antagonismos sociales, los intereses en pugna, para reducir lo político al pobre escenario donde los virtuosos disputan con los villanos. Una visión profundamente ideológica del drama político, claro. Tan empapada de ideología que se vuelve incapaz de reconocer esa condición.
Lo que impresiona es el efecto deletéreo que el campo político ejerce sobre las fuerzas minoritarias. Las va limando poco a poco. En el caso del Frepaso bastó que el significante aglutinador desapareciera (el menemismo) para que se desintegrara. En el caso del ARI, la aparición del kirchnerismo y la asunción por parte de este de algunas de las banderas de centroizquierda; y la bajísima institucionalización como partido obraron el milagro. ¿Cómo se puede surgir demandando ingreso social universal y terminar defendiendo a la Sociedad Rural e intentando alianzas desesperadas con referentes de la derecha liberal? Ese viraje ideológico otros partidos lo han experimentado en un lapso de 50 años, el ARI en tan sólo cuatro.
Aquel ARI nacido de la disolución de la Alianza pretendía recuperar un discurso marcadamente ideológico que desandara el fracaso de la experiencia aliancista: un partido programático que llenara el espacio vacío dejado por los males del pragmatismo. Era, ciertamente, un espacio que le hablaba a "los progresistas blancos" pero que recogía demandas sociales de tipo inclusivo que iban más allá de las preocupaciones habituales de los sectores medios. El mencionado ingreso universal por hijo es un ejemplo, así como su acercamiento con sectores de la CTA.
La derechización de ese espacio - o de Carrió como vocera omnipresente del mismo - obedece, me parece, no tanto a que el gobierno haya ocupado la izquierda del espacio político (lo que creo es evidente que no ocurre) sino a las incapacidades para construir un partido político instucionalizado minimamente que limite la libertad de acción de su líder. En ese sentido, la tendencia de Carrió a anteponer a las alianzas de tipo programático "alianzas de conductas" la lleva irresisteblemente a girar hacia la derecha del espectro político. Porque, si el único requisito para conformar un frente es la honorabilidad de los dirigentes, necesariamente el aspecto ideológico tiende a esfumarse, a lavarse, a caer en la vaguedad de las buenas intenciones.
Una política fundada en las virtudes privadas es la muerte de la política. Vacía de contenido cualquier lucha, convierte a lo público en una extensión de la moral privada. Se niega el conflicto, los antagonismos sociales, los intereses en pugna, para reducir lo político al pobre escenario donde los virtuosos disputan con los villanos. Una visión profundamente ideológica del drama político, claro. Tan empapada de ideología que se vuelve incapaz de reconocer esa condición.
9 comentarios:
bueno, lilita es la fiel representante del discurso dominante en la politica argentina desde el retorno de la democracia heredera de la derrota. un dsicurso que desnaturaliza a la politica de su aspecto ideologico, volcandola en una significacion moral, que efectivamente vacia de contenido a la misma accion politica.
los espacios fueron ocupados solo de manera simbolica, que para esta sociedad esquisoide, es mas que suficiente.
estos años de "democracia" republicana y catolica (demasiado catolica) sirvieron para vaciar de contenido la historia misma de accion politica argentina, aun desde la misma enunciacion de tal concpto politico (el de democracia claro). Algo que hizo funcionalmente este gobierno respecto a los años 70': lo menciono de tal forma que solo fue util par ocultarlo.
en este contexto la politica se reduce a la moral, algo que ademas de ser una falacia absoluta, es reaccionario.
asi se vota y asi se seguira votando...
claro, lilita da asco, tanto como macri y kirchner...
es politica señores. los idiotas somos nosotros
Muy lindo el blog.Adhiero plenamente a lo señalado acerca de lilita. Seguí su esperanza blanca, su look no hegemónico (nada más lejano que el amira style que la lilita de los primeros tiempos, con sus kilos de más y su crucifijo tamaño gólgota). Luego empezó a tomar sol en "el este", a achicar el crucifijo (lo único que me gustó de su transformación, aunque hubiera preferido que lo quemara en público), y a codearse de gente que no.
Ahora, ya la vemos, contribuyó a rematar la ciudad y ahora duda (lo que debería ser un No rotundo) si se alía con quienes quiere aliarse...
Ahora lilita, no nos une ni el amor ni tampoco el espanto, que lo siento solo, viendo defraudadas de nuevo mis pobres esperanzas de intelectual blanco bienpensante...
admiro a aquellos que aun conservan ciertas esperanzas en esto que llamamos politica y sus, lamentables exponentes...va los admiro o supongo que de alguna extraña manera son ilusos funcionales?
¿Cómo lo ves a Macri como futuro exponente del peronismo?
como lo que es el peronismo...
bueno hal, yo apenas reproduzco los pocos datos que tengo. El único significante aglutinador que carrió invocaba para conformar una alianza con lopez murphy era su honestidad y sentido republicano. una forma. una forma apenas vacía que puede llenarse de cualquier contenido. evidentemente si para alguien es más importante que tus socios sean honestos, austeros y republicanos y no te importa que sean unos furiosos neoliberales dispuestos a bajar sueldos, desmantelar el estado y mercantilizar hasta el rincón más recóndito de la sociedad, si no te importa todo eso, para mi hay un claro problema ideológico... El año y medio de LM en el ministerio de Defensa y los 15 gloriosos días en el de Economía no fueron ningún obstáculo para tentarlo a ocupar un lugar en la Coalición de Carrió. ¿De qué clase de ideología nos habla esa elección de socios y aliados?
idelogia, ideologia, en la era pos neoliberal eso no es una mala palabra?.
hal podemos ser tan ingenuos?
Coincido con vos en casi todo, menos en que el giro a la derecha del ARI se deba a la falta de institucionalización y no a que K ocupe un espacio en la izquierda. Ese razonamiento presupone que la izquierda es algo estático, no dinámico, y no da cuenta de la hipótesis: que de institucionalizarse el ARI todavía existiría.
¿Porqué sino renunció a su partido Carrió?
Saludos.
YA lo dijo "EL GENERAL" poner el guiño a la Izquierda y doblar a la derecha.....
Creo que tanto la postura critica de Mariano es valida, como tambien muchos aspectos que nombra Hal. Sin embargo todo el palabrerio con el que se llena la boca LILITA no estar sustentado solamente con los "principios morales y la honetidad" del candidato lopez morfi, siendo la propuesta politica de este radicalmente opuesta desde el punto de vista ideologico.
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