Una de las secciones más divertidas de la revista Barcelona (no pongo el link porque el sitio de la revista no dice gran cosa) es el correo de lectores. Una vedadera delicia de pelotudos que escriben indignados ante las tropelías de la revista. Cosas como tengo una hermana mogólica y ustedes son unos hijos de puta que no respetan a nadie, mi hermanita es un ser luminoso y hermoso y les deseo que tengan muchos hijos mogólicos, cosas como esas que uno nunca termina de saber (bueno, ese es un poco el juego de la revista) si son ciertas o más bien un nuevo chiste de la redacción. En el último número hay varias cartas de lectores que giran en torno al tema de la represión y los desaparecidos. Lo que me llama la atención, en mi ingenuidad, es el tono brutal de muchas de esas cartas: fascistas de comedor diario que escriben cartas burlándose de la "sidosa de Arrostito" o de "la concha de Bonafini" o de "los putos montoneros". Quiero decir, debe ser el pensamiento de mucha gente, debe ser el chiste diario de muchas familias cristianas, y no solo de los habitués de Plaza San Martín o miembros de la "familia militar", sino de gente mediopelo que ve con horror el discurso de los derechos humanos ahora legitimado vía Presidencia de la Nación.
Siempre me alarmaron más esos fascistas "de a pie" que los fascistas obvios de las jerarquías militares, empresariales o eclesiásticas. Digo, si estás tomando un copetín en el Círculo Militar y escuchás que alguien se vanagloria de sus hazañas setentistas, bueno, ¿qué esperabas? va con la lógica del lugar. Lo mismo si una vieja del Opus Dei o de Tradición, Familia y Propiedad larga a viva voz su íntimo deseo de que "acá hace falta un Pinochet" para arreglar el país, es todo tan predecible. El escalofrío viene cuando alguien que considerás a priori como "normal" se despacha con su credo videlista. Un tipo común, insignificante, inofensivo en apariencia. Un oficinista, ponele. Y de pronto puede decir el clásico "hay que matarlos a todos" o "habría que ponerles una bomba así se dejan de joder" o "qué bien los militares que se violaban a esas zurdas de mierda". Esos momentos son un shock de realidad: el mundo es así, las personas son así, esos son los contenidos que guardan en sus cabezas. Lo politicamente correcto es hipocresía en la mayoría de los casos. Animales hobbesianos disfrazados de buenos ciudadanos rousseaunianos.
12 comentarios:
Y en cualquier momento se despiertan las ratas para mandarse a morir en una ciudad dichosa.
Mi comentario preferido es: “en este país hace falta un Fidel Castro, un Franco”. Ahí es cuando ya no puedo aguantar y le lanzo una carcajada al remisero, con Radio 10 como música de fondo.
Mariano, a mí me parece que ni la buena familia cristiana, ni los fascistas de a pie, ni la "gente de mediopelo" tiene la más puta idea de quién es Arrostito, y cagando saben quién es Bonafini. Un compañero de fútbol, escribano de bien, hombre grande y de familia, exclamó el otro día al ver a Carlotto: "Y esta quién es?". Es más, tampoco creo que exista tal cosa como el "credo videlista", salvo en los círculos estrechos de que hablás. El fascismo también evoluciona; no necesariamente hacia cosas mejores, aunque en el contexto histórico actual yo diría que sí.
bueno, es genial eso de la tapa de bcn "hace falta uno como el de corea del norte"...
pero, santiago, el esterotipo del fascista pedestre es bastante fácil de hallar, podemos caer en el tipico taxista -figura que sufrimos muchos- o en la vieja matrona de barrio asustada porque "son todo' drogadicto'" etc, etc... figuras urbanas reconocibles. está el caso paradigmático de una elenita cruz, ejemplo de fascista mediopelo, nostálgica de la mano dura: cómo olvidar ese maravilloso programa de chiche gelbung cuando elenita dijo: "nos nos une el amor sino el espanto, será por eso que lo quiero tanto" y luego de que chiche le preguntara a quién se refería, vino el famoso "a videla!".
Puede ser también, una consecuencia no deseada (?) de la instalación oficial del tema de los setentas, un coletazo de la memorabilia k. en fin, los vínculos entre pequeña burguesía y fascismo son intensos, pero tenés razón en que son habitualmente más difusos, más vagos e informes que los que se dan en los círculos jerárquicos.
claro, pero es generacional. elena cruz pertenecería más a los círculos jerárquicos, conocía personalmente a videla.
en el 76 hubo un enorme consenso social para la aniquilación de la subversión, para el golpe y la implantación de la dictadura. hoy habrá algunos fachos de 40 años, muchos si contamos los in pectore, pero no tienen otra que morfarse esta democracia, que es lo que hay. todos estos años de educación democrática cambiaron muchísimo la cabeza de los que tienen de cuarentipico para abajo
Se morfan esta democracia pero alientan a Blumberg. Y así estamos, expectantes, siempre pendientes de que esta democracia no sea para peor.
Me parece que no aceptan la realidad: la mayoría de los argentinos es geneticamente irrespetuosa e intolerante de los que piensan distinto, egoista y consecuentemente autoritaria, sea de izquierda, derecha o de cualquier otro origen ideologico. El argentino siempre pidió aquello que le trajera a su persona mayor bienestar económico y se cagó en el resto. Por eso cuando se asustó aplaudió a los milicos y cuando se quiso comprar u celular y viajar al exterior votó a Menem, y cuando K promete bajar los precios tambien se la lamen.
discrepo con sl. La mayoría sí sabe quién es Bonafini. O tienen una posición tomada respecto de lo de blumberg. Con ir a cualquier despensa de barrio nomás te encontrás con los comentarios más predecibles, como los que nombra mariano.
Lo más triste (en mi caso particular) es que esa gente te hace sentir como chiquita, puedo contestarle a alguien que me escucha medianamente, pero no a alguien que me refuta con boludeces. Craso error el mío, pero siempre me hacen dar dolor de estómago.
Para peor que la dictadura, hal? Te parece?
No me parece, Santiago. Digo que esa cosa entre facha y conserva de buena parte de la sociedad siempre está ahí y es una plataforma para proyectos que degradan la democracia. Si resulta exclusivo patrimonio nuestro, no sé. Pero está.
bueno, yo creo que el corazón facho sigue latiendo. el fascismo es un régimen de vida (creo que aquí un weberiano diría un ethos)y trasciende las opciones asustadizas adonde los argentinos han ido a refurgiarse a lo largo de los años. qué querés que te diga: la verdad es que cuando k dijo eso en la ONU de las madres de plaza de mayo, para mucha gente fue insoportable. tenían ya bien atadita la versión de la historia de los dos demonios, ya habían pasado mentalmente a otra cosa, y ese revival no lo pueden soportar. no tengo una mirada tan piadosa con mis conciudadanos como la de Santiago, lamentablemente no le tengo tanta fe a la educación democrática de estos últimos 20 años. quiero decir: si fuese sólo una cuestión biólogica (la muerte progresiva de los fachos viejos, el recambio de las generaciones, etc.) no se explica porqué una demostración como la de Plaza San Martín se da ahora y no se dió en el, ponele, 91.
Por otro lado, está la cuestión eterna (y eminentemente política) del significado de la democracia: si simple regla de elección periódica de funcionarios, o si más bien, un tipo de sociedad menos jerárquica, menos autoritaria, más autónoma.
ambas cosas. nadie pretende que la democracia es la panacea. y obviamente el capitalismo ha encontrado maneras institucionalmente más amables de seguir funcionando, por el momento. pero la caricatura del facho de plaza san martín ya no es representativa, es de verdad un sector mucho más minoritario que hace 15 o 30 años. no es una cuestión generacional, solamente: es una cuestión de adecuación a los tiempos. no se dio en el 91 porque en el 90 muhamad (no la tuta, hablo del coronel sineldín) se había levantado en armas: antes daban un golpe, ahora hacen ese actito : ahí tenés, se amoldaron a las formas democráticas (ponele las comillas que quieras): mal que les pese. yo prefiero eso, y no aquello. prefiero san vicente, y no ezeiza.
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