"En el prólogo del libro que lo contenía, Música para camaleones, Capote –era 1980: faltaban sólo tres para su muerte– escribió que “cuando Dios le entrega a uno un don, también le da un látigo, y el látigo es únicamente para autoflagelarse”. Truman lo sabía bien. Para entonces, y desde la década del ’40, lo sabía todo acerca de la gloria literaria, los placeres de la vida mundana, el brillo y las sombras de la café-society, de la que había sido niño mimado, y la tortura de escribir. El látigo predominaba en su existencia."
En El País y en Página/12, también leen elbuensalvaje. Pero nosotros nos adelantamos y te lo contamos antes.
4 comentarios:
CHE IDOLO QUE ESTUDIAS??
me gusta eso de ponerte mano a mano con pagina....great.
Como dijo el Dr. Bilardo: "estudié 6 años de medicina y 20 años de Clarín", en mi caso estudio Página 12. Es una buena forma de conciliar el sueño.
que fuerte
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