viernes, julio 18, 2008

Antes del atardecer

Ayer decíamos que la principal consecuencia del voto en el Senado es la constatación de los límites del proyecto kirchnerista. Pero habría que ampliar eso, no reducirlo meramente a la derrota de una propuesta gubernamental. El resultado es la confirmación de que hoy por hoy las fuerzas sociales opuestas a cualquier (y resalto el cualquier) intento de intervención estatal en la economía y limitación (aunque sea módica) de las ganancias de los sectores concentrados son más fuertes que aquellas que están por la tan declamada y vaporosa "distribución del ingreso". El impacto del voto definitorio de Cobos, ese desempate, marca eso: el final de cualquier intento de politización que introdujera "ruidos" en el pácifico trayecto de la acumulación económica. Como lo dice hoy un esclarecido vocero de la derecha realmente existente, Joaquín Morales Solá, "[Néstor Kirchner]Comparte con Cristina Kirchner un sistema de poder según el cual todo (reorganizar la economía, respetar las instituciones, construir una cultura política más sofisticada) se resuelve en un campo de batalla. Esa lógica los abatió." Paz y Administración. Consenso. Diálogo. Ha sonado, dicen los victoriosos caudillos de Palermo, la hora de obligar al gobierno a sentarse a dialogar, se impone abrir la mesa de negociación, resolver las cuestiones pendientes. La palabra consenso, que tanto sobrevoló la sesión del Senado y que utilizó Julio Cobos como último manotazo de ahogado para evitar hacerse cargo de la decisión que ya había tomado hace tiempo, es el signo de estos tiempos. El sueño corporativo de la larga mesa de negociación, de las carpetas que dan vueltas, de las concesiones, de los beneficios acordados en despachos de ministerios evocando el desarrollo nacional, bla, bla, bla. El consenso corporativo es el campo de batalla de los que pierden las elecciones.
Así las cosas, el escenario no es muy optimista. Las alternativas de un contraataque populista o de una retirada temporal para "pasar el invierno" lucen igualmente problemáticas en este contexto. Tal vez lo mejor sea leer el resultado como lo que fue, como la primera victoria del rearmado frente pre-decembrista, comenzar a contar las fuerzas propias, avanzar en lo que se pueda, no cometer los errores de todos estos meses. Y sobre todo, ser conciente de la sociedad en la que nada ese extraño animal llamado kirchnerismo.

3 comentarios:

diego.ve dijo...

viva la bisutería!

Anónimo dijo...

Vos realmente pensás que en la Argentina del kirchnerismo realmente existente no se viene poneindo en práctica desde hace ya varios años "El sueño corporativo de la larga mesa de negociación, de las carpetas que dan vueltas, de las concesiones, de los beneficios acordados en despachos de ministerios evocando el desarrollo nacional, bla, bla, bla."? O no te parece que el "proyecto" kirchnerista está básicamente constituído por negociaciones constantes entre los K (principalmente a través de de Vido, Jaime y Moreno) y los conocidos incorporados al "capitalismo de amigos"?

FR dijo...

Te aviso que te robaré lo del "rearmado frente pre-decembrista".

Saludos,