El 2007 empieza silencioso (uh!). La música que suena ahora es un disco de Nick Drake bajado por la bendita mula, madre de las mil batallas musicales. Afuera, creo, ya dejó de llover. Estuve leyendo un libro escrito por un chico argentino de veintipico que parece una traducción de Anagrama Compactos hecha por un demente portoriqueño obsesionado con Seymour Glass. Entre párrafo y párrafo hay intercalados títulos de canciones en inglés: "Everybody have something to hide except me and my monkey"; "It's a hard rain's a-gonna fall"; "Don't let me down"; "Get Back"... Get Back...
Pienso en Saddam Hussein, tan elegante con la soga raspándole el cuello: acabo de ver la ejecución de un hombre por YouTube. Algo que hará las delicias de los interpretadores de las nuevas tendencias tecnológicas y hará sufrir escalofríos a aquellos que todavía creen en alguna sustancia metafísica llamada pudor.
Cómo sea, Drake sigue dándole a la guitarrita mientras tipeo esto. En la foto de arriba quedan plamadas las dos velocidades de la vida (si me permiten ser tan pretencioso): podés correr pero vas a salir fuera de foco, inevitablemente. Podés quedarte quieto y vas a salir bien enfocado pero sin ir a ningún lugar. Inevitablemente, también. Lo que perdés con una velocidad lo ganás con la otra, y viceversa. O sea: al final no hay gran diferencia, es solo una cuestión de estilo.
Y sí: todo está en silencio ahora. El disco terminó. Como en el estrecho de Drake, el horizonte helado se duerme y un barco negro sigue la deriva de las olas.
"The long and winding road to your door".
Pienso en Saddam Hussein, tan elegante con la soga raspándole el cuello: acabo de ver la ejecución de un hombre por YouTube. Algo que hará las delicias de los interpretadores de las nuevas tendencias tecnológicas y hará sufrir escalofríos a aquellos que todavía creen en alguna sustancia metafísica llamada pudor.
Cómo sea, Drake sigue dándole a la guitarrita mientras tipeo esto. En la foto de arriba quedan plamadas las dos velocidades de la vida (si me permiten ser tan pretencioso): podés correr pero vas a salir fuera de foco, inevitablemente. Podés quedarte quieto y vas a salir bien enfocado pero sin ir a ningún lugar. Inevitablemente, también. Lo que perdés con una velocidad lo ganás con la otra, y viceversa. O sea: al final no hay gran diferencia, es solo una cuestión de estilo.
Y sí: todo está en silencio ahora. El disco terminó. Como en el estrecho de Drake, el horizonte helado se duerme y un barco negro sigue la deriva de las olas.
"The long and winding road to your door".
2 comentarios:
Yo lo mejor que encontre el Youtoube es un video de dos tortugas, de las cuales una se llama Rodolfo y quiere violar a otra mas chiquita y la caga a palos. Es muy educativo.
Y Nick... a principio, mediados, o fin de año, siempre va a tener su espacio de tiempo, ahí; ese estrecho que en algún momento aparece en el tiempo para, solamente, escucharlo a él.
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