Caí en perfil.com donde la barba canosa y nada venerable del ex alumno de la E. D. P. José Eliashev te da la bienvenida. Casi, casi, como el dintel de la Divina Comedia. Comparte pantallita con Lanata, un personaje que armó un diario a los 26 años y ahora labura con Tinelli - en el programa de radio de Lanata hay dos boludas que hablan pavadas, y todos se hacen los graciosos, Sietecase la juega de rosarino galán y Lanata de paterfamiliae del periodismo jugado-. Son los censurados de la TV que tienen pantallita propia en perfil.com, a ver si le dan también un espacio a Liliana López Foresi (otra censurada, según esta lógica) o a Pedro Olgo Ochoa (que hace mucho que no aparece y presuponemos, ergo, que también está censurado).
Pero bien, leo una crónica de Elisa Carrió sobre la elecciones de hoy en EE. UU. La idea es interesante, admitámoslo, una cuenta más en el largo collar de los viajeros argentinos a América. Viñas tenía ese libro de excelente título De Sarmiento a Dios, releyendo las experiencias de deslumbramiento y horror registradas en el iniciático viaje a la gran potencia del Norte. Estados Unidos siempre ha provocado ese efecto: atracción y repulsión. Después de todo, desde el momento mismo de su fundación por los puritanos del Mayflower, EE. UU. se pensó a si mismo como un Nuevo Mundo, como un laboratorio social y político de ideas y movimientos que no podían cuajar en el Viejo Continente. Ese caracter aislado de los Estados Unidos, ese ser diferente, ha fascinado a ejércitos de intelectuales. Desde Tocqueville a Deleuze, desde Weber a Jean Genet, las ciudades norteamericanas fueron suelo fértil para disparar reflexiones sobre el futuro del mundo. Todo lo que pasa, pasa primero en América.
Carrió no es ajena a ese deslumbramiento viajero. En la ligazón fundacional yanqui de religión y política se siente cómoda, después de todo, Arendt escribió sus mejores páginas políticas siguiendo de cerca el sueño revolucionario jeffersoniano y en la crónica de Carrió se siente latir esa influencia. Palabras sobre la "nueva mayoría" interreligiosa e intercultural que se estaría tramando para desbancar a Bush. Palabras lincolnianas sobre la imposibilidad de mantener engañado a todo un pueblo todo el tiempo. Palabras para las almas bellas y castas sobre la influencia decisiva de la moral y la religión, sobre la virtud y el diálogo. En la visión de Carrió los hombres malos obtienen su merecido y el pueblo, finalmente, despierta de su letargo. Esa sí que es una mirada americana sobre el mundo, con su candor y su fe irredenta en la "good people".
Al lado de la nota de Carrió hay otra que me resulta más interesante. Es sobre una nueva práctica que se está dando en los vecindarios norteamericanos: asesinar homeless por placer.
Todo lo que pasa, pasa primero en América.
8 comentarios:
Nuestro sentido pésame para la familia Olgo Ochoa. Evidentemente tenemos fuentes tan desinformadas como las de Perfil.
pregúntele a mavra* que tal vez sabe si en esto ya no fuimos primeros (como con la birome y la pica pica)
*recuerde sus polémicos post de violacartoneros
Quizás la lectura de este artículo de Juan Gelman sea más provechosa que la de los divagues de Lilita:
http://www.pagina12.com.ar/diario/contratapa/13-75684-2006-11-05.html
Saludos
Y no se olviden de Enrique Moltoni, ni del movilero calvo de ATC en tiempos de Carlos cuyo nombre no recuerdo (si tuviera memoria...).
Ah, y gracias por el tip! Veo que ya reconoce como tal la benemérita institución.
Moltoni está en la "Señal Satelital María" un canal de cable realmente increíble. Pienso que Moltoni tal vez sea el dueño, que sea un testaferro de la curia o algo así.
Si tuviera que preferir, preferiria el canal de aire San Pablo Apóstol.
moltoni, el mismo que trasmitía con pasión digna de mejor causa las carreras del motonauta vicepresidencial? que habrá sido de la "Gran Argentina"...
Y... el día en que a alguien se le ocurra organizar un parque temático como en esa novela de Barnes (pero con Argentina en vez de Inglaterra), la lancha y la mano del vice seguro van de atracción.
El movilero pelado de ATC se llamaba Guillermo Cánepa. Un histórico de la casa, como Pablo Tiburzi o Chiche Almozny.
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