viernes, octubre 27, 2006

Todas las vidas posibles

Primera- Se pararía contra su coche (un auto largo, macho, brillante) mirando las nenas de colegio privado saliendo a la calle. El sol brilla fuerte sobre el mundo, cerca hay un parque lleno de generosas tetonas bronceándose al mediodía. La chicas salen en grupitos, se ríen, tontas-tontas, mandan mensajitos a sus mamás (voy a comer a lo de Flor; me quedo a dormir con Nico; no me esperes hasta las 6 AM), la brisa feliz de primavera juega con sus jumpers y reconstruye los movimientos de las banderas de los clanes escoceses: los mismos kilts que los McDowells. En el bolsillo de su chaqueta tiene mucha droga para las nenas. Promesa de fiesta interminable. Ellas lo perciben y se acercan. Se sube con varias al auto. Ponen rumbo a un lugar secreto, peligroso, cinematográfico.

Segunda- Sería un comandante de una guerrilla de Medio Oriente. Se mira en el espejo retrovisor del auto que serpentea por calles blancas y comprueba su piel morena, el fino bigote arábigo sobre el labio, el pelo negro ensortijado. Por el estéreo sale una música aérea, compleja, voces de mujeres desgarradas. Conduce por calles llenas de niños que juegan con neumáticos semi quemados, que construyen castillos con escombros, que ensayan poses de combate insurreccional. Desde las mezquitas los imanes llaman a la última oración de la tarde. ¿Qué es un terrorista? Alguien con un gran sentido del espectáculo. ¿Qué es un combatiente? Alguien demasiado cansado de esperar. En un sótano un rehén espera ser interrogado.

Tercera- Escribe en silencio largos capítulos de una novela. Su mujer ignora esa tarea nocturna. Sus hijos ignoran esa tarea nocturna. Ayer su hijo le dijo boludo por primera vez. Estuvo todo el día tratando de digerirlo, dándole vueltas a la manera de colocar ese desgarramiento cotidiano en la arquitectura de su novela secreta. Pero es difícil porque su novela no tiene nada que ver con sus hijos, ni con su mujer, ni con su vida diurna. Su novela es la historia de un soldado bígamo con una esposa de cada lado de la línea de combate. Las peripecias que sufre para pasar a un lado y al otro del frente de batalla, cambiarse el uniforme de un país por el del otro, hablar en otro idioma, camuflarse con otra nacionalidad. Todo para poder mantener los dos hogares paralelos. Está llena de apuntes divertidos, risueños, ingenuos. Tras las líneas enemigas, se llama la novela.

3 comentarios:

breton dijo...

Muy bueno.
Todo el blog.
Este texto me recuerda, estructuralmente, a algo que escribí el año pasado...
http://micactus.blogspot.com/2005/11/guios-para-todos.html

Anónimo dijo...

Como siempre, aunque nunca comente, me llega lo que apuntás en este Blog de un modo brutal.
Besos

EmmaPeel dijo...

un buen nuevo tomo para Elige tu propia aventura