lunes, marzo 06, 2006

Argentinismos

Santaolalla ganó el Oscar por la música de Brokeback Mountain (de paso, cómo le birlaron el premio mayor a esa película!. ¿Premiaron Crash y en su momento no premiaron Shortcuts de Altman? Váyanse a cagar). Bien por Santaolalla, pero eso de erigirlo en "representante" de la Argentina me suena mal, como si los premios que se da una industria fueran una competición entre naciones... Ya lo sabemos: hay un terremoto en Pakistán, un golpe de Estado en Uganda, un tsunami en Indonesia y los medios corren desesperados a titular "hay 2 argentinos evacuados", o peor aún "no hay argentinos entre los afectados" (la no-noticia). Esa pulsión nacional por creerse un país central, un dato relevante en todas las redacciones del mundo. Supongo que será herencia de la educación tipo "Argentina potencia", los cuatro climas, esa supuesta argentinidad que nunca termina de definirse pero que damos por cierta como una esencia irrefutable, evidente. Baremboim es argentino aunque se fue a los 12 años y ahora tiene como 65; Quiroga era argentino, aunque era uruguayo; Gombrowicz ya era casi argentino, aunque (¡que lástima!) se volvió a Europa antes de que le den el DNI. Basta, please.
Disfrutemos de nuestra capital: Rio de Janeiro.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Deje de llorar por el "fracaso" de su "Hemingway". Y reinstaleme el contador en la pagina del comando, por favor.

Suarez dijo...

Hay algo que nunca pude entender, a ver si algún iluminado me adoctrina: ¿"somos" los inventores del colectivo? ¿A nadie se le ocurrió antes, realmente? Se me ocurre que hubo omnibus desde que existió el primer automóvil. Por favor, una respuesta.

mariano dijo...

Las "invenciones" argentinas se caracterizan por su extremada simpleza y obviedad: el asado, nuestra comida nacional, se reduce a un cacho de carne cocinándose sola sobre el fuego; el dulce de leche es el efecto no deseado del derramamiento accidental de un tarro de azucar en una cacerola con leche. Completo su pregunta Suárez: En 15000 años de historia humana nadie había mezclado leche y azucar? Nadie tiró carne en una parrilla y esperó pacientemente que se cocinara?

Anónimo dijo...

Okey: ¿nada, ni siquiera una supercuerda vibró en tu interior al saber que el tipo, que es argentino, ganó el Oscar? Alegrarse, para algunos de nosotros, es boludo, es chauvinista, es inevitable. Relajarse y gozar, que gozar de estas giladas no es un acto de fascismo.
Parece necio pensar en una esencia inconmovible, pero no tiene que haber esencia inconmovible para que haya identidad. Ni para los sujetos ni para las naciones (siempre está a mano el tiquismiquis de la 'identidad narrativa').
Y lo de Witoldo... yo siempre incluyo a todos: Witoldo, Quiroga, Gardel, Lepera y los tres guitarristas. Todos argentinos: nativos, por adopción, por simpatía, por proximidad. Y me alegro por cada mención que de ellos se haga. (Tengo muchas alegrías berretas, como se ve. Lo recomiendo.)

mariano dijo...

Matías, no, no es fascismo alegrarse por la buena suerte de un compatriota, de hecho prefiero que gane santaolalla y no un gringo. Lo que me molesta es esa idea de "siempre hay un argentino destacándose en el mundo", esa berretada de entrevistar al ingeniero de la NASA nacido en Pompeya y preguntarle a que plaza iba de chico. Esta bien mientras no supere la categoría de "nota de color".
Saludos.