June y Jennifer Gibbons eran hermanas gemelas. Nacidas en un pueblo pequeño de Gales en 1963 desde siempre demostraron sufrir serios problemas de comunicación. Problemas con los demás, porque entre ellas se entendían perfectamente. Desarrollaron lo que ciertos expertos denominan "mudez electiva", consistente en suspender toda comunicación con aquellos no pertenecientes a determinado círculo: en este caso ese círculo se reducía a ellas dos solamente. Con el tiempo su lenguaje se fue volviendo cada vez más específico, más inentendible para los demás, repleto de una jerga propia inventada por ellas. Muchas veces ni siquiera necesitaban hablar, les bastaba comunicarse con la mirada, con gestos mínimos. Pasaban largas horas hablando en esa idioma único, desarrollando complejas obras de teatro con sus muñecas que imitaban los modelos de las telenovelas de la época. Por consejo de los maestros, los padres intentaron mandarlas a diferentes escuelas: fue un desastre. Las niñas caían en extraños ataques de nervios y rodaban desmayadas por el aula. Luego descubrieron la escritura y volcaron en sus cuadernos extrañas historias que se habían ido desarrollando en sus mentes durante los largos años de aislamiento. Mutismo y literatura. La lengua cortada a toda comunicación con los extraños se volvió sobre el papel y lo que salió de allí fue un conjunto de relatos largamente madurados en esa tribu de dos chicas, en ese dialecto edificado en los juegos cómplices de dos almas unidas por una misma lengua. Uno de los cuentos de llamaba The Pugilist, donde un médico desesperado por salvar a su hijo le transplantaba el corazón del perro de la familia. El espíritu del perro sobrevivía dentro del chico y tomaba venganza contra el padre. En otro cuento, Discomania, una chica descubre que la atomósfera de una discoteca despierta en los clientes comportamientos enfermizamente violentos. En The Pepsi-Cola Addict, un joven es seducido por un profesor y luego envíado a un reformatorio, donde un guardia homosexual escribe una obra de teatro para él. Escribieron juntas una serie de poemas reunidos bajo el título de September Poems.
En su adolescencia se vieron enveltas en una serie de pequeños delitos, por lo cual fueron encerradas en un hospital psiquiátrico. Allí, previsiblemente, la medicación les quitó todo interés en la escritura y las sumió en un mayor aislamiento. Permanecieron 14 años encerradas.
Un día después de abandonar el hospital, Jennifer murió. No está muy claro el motivo de la muerte, pero muchos aseguran que las hermanas tenían un acuerdo tácito que consisitía en que una de las dos debía morir para que la otra pudiese liberarse y entablar contacto con el mundo nuevamente. Jennifer habría aceptado ser la sacrificada.
June Gibbons vive actualmente con su familia y aparentemente se ha vuelto más comunicativa. Ya no escribe, aunque algunos dicen que contempla volver a hacerlo.
Sobre las llamadas "Silent Twins" se ha filmado una película y escrito un par de libros.
Los Manic Street Preachers se inspiraron en ellas para escribir una de sus mejores canciones: Tsunami.
domingo, febrero 19, 2006
Habla, hermana mía
For you my dear sister
Holding onto me forever
Disco dancing with the rapists
Your only crime is silence
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