Se dice que Ludwig Wittgenstein es el único filósofo que cambió dos veces la historia de la filosófia. De muy jóven escribió el Tractatus y de más adulto (nunca, nunca fue viejo Wittgenstein, eterno como una estrella pop desde un poster) dio vuelta como un guante sus certezas anteriores en las Investigaciones filosóficas. Un hombre que se reinventa a sí mismo en el curso de una vida, que empieza siendo algo y termina siendo otro radicalmente distinto. Y lo más interesante: ese cambio no lo vive como sufrimiento, como tormento infernal del cual escapar; sino como necesidad natural de adaptarse a una nueva realidad, sin importar tirar al cesto el trabajo de toda una vida si este ya no refleja la modificación de las creencias. Actitud Ludwig.
El mismo proceso podemos detectar entre Joy Division y New Order. Los oscuros, torturados mancunianos de Ian Curtis dan paso, de un año para otro, a los festivos y bolicheros New Order; de los paisajes grises y opresivos de Atmosphere al estribillo celebratorio de Bizarre Love Triangle; del blanco y negro de la working class al colorido afentamínico de The Hacienda. Siempre me pareció estimulante esa forma de hacer el duelo de los New Order: "muerto Curtis, sigamos tocando, pero reinventémonos radicalmente. Hagamos una música en las atípodas, seamos como la imagen en negativo de los que fuimos. Quedarán los discos de Joy Division, pero mientras sigamos vivos vamos a hacer algo tan diferente que costará entender que formamos parte de esa banda", algo así.
Son extremadamente raras esas metamorfosis, pero intuyo que si existe algo sobre esta tierra similar a la fuente de la juventud eterna, reside en esa capacidad para olvidar, destruir, y pasar sin lamentaciones al próximo escenario.
2 comentarios:
Tiene razon, K. Por eso (hipotetica excepcion hecha del ultimo disco que deberia escuchar), la discografia del McCartney solista es tan patetica.
quién le dijo Vawe que soy K? yo soy otro, no conozco gracias a dios a ningún K. Le prometo copia del disco de Macana, recuerde facilitarme el disco de los Manic Street preachers. un abrazo.
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