lunes, abril 24, 2006

Ser progre hoy

Mejor no ser progre hoy ni nunca. Me explico, intento: la cosa me daba vuelta por la cabeza desde que leí una patética columna de Brenner en TP con motivo de los 30 años del golpe. Brenner contaba su infancia dictatorial y mezclaba recuerdos de sus visitas al cine para ver Dog Day Afternoon y Chinatown, con sus impresiones de niño culto sumido en un ambiente en el que pasaban cosas pero que igualmente no alcanzaba a comprender. En un momento decía algo como: "el héroe colectivo de Oesterheld es sanata, no existe la memoria colectiva, sólo recuerdos individuales". Yo pensaba en ese momento en la gente refinada de TP (a la que admiro bastante) con sus desayunos en Palermo New Wave y sus lecturas interesantes en inglés directo y sus proyectos culturales en inglés directo y también pensaba en Oesterheld secuestrado con sus hijas para nunca más aparecer y no me cerraba eso de "sanata".
Hay toda una mano bastante pesuti de jóvenes y no tan jóvenes intelectuales que han hecho del cinismo una forma de vida y se la han creido tanto que terminan confundiendo sus gestos superados con una nueva interpretación del pasado. No es sanata, queridos bloggers. Desde el 2006 parece sanata pero eso que pasaba entonces, hace treinta, treinta y cinco, cuarenta años atrás no era sanata. No vamos a sacar a relucir el catálogo de horrores para demostrarlo. Esto de los blogs es raro. Se dicen cosas que no se leen en los medios masivos de la vulgata cotidiana, pero también se dicen tantas boludeces...
A veces parece que el único camino es el estrecho desfiladero entre la vulgata progre (pulóveres peruanos, anticumbres, sueños tropicales-galeanistas, buenaconciencia) y el cinismo que quiere ser posmoderno pero es tan, tan, precario y vácuo. Progre: dícese de personas bien comidas que construyen su imaginario en base a libros editados en los 60's y a una interpretación de la política como lucha de almas nobles y psicóticos corruptos. Cínicos: bueno, sobre ellos no hay mucho que decir, en realidad todo les chupa un huevo. Un progre mira con pesar a los cartoneros en su camino al Café París y el sentimiento que les despierta es de indignación ¡Habría que hacer algo!; un cínico remite esos significantes cartoneros a sus sueños de novelas de personajes urbanos-marginales y tal vez, es posible, pueda escribir un buen post lleno de hiel y palabras brillantes y tonos sombríos tipo comic distópico. Sigue caminando, claro. "Sólo hay memoria individual, lo demás es sanata".
El camino posible, el más arriesgado, el más laborioso, es luchar contra esos dos fantasmas: la facilidad enunciativa del progre y la amargura cult-pop del cínico. Volver por un rato a los grandes relatos magullados: pensar el capitalismo, pensar la corrosión del caracter en el capitalismo, pensar la ciudad, pensar nuestra época, pensar los 70´s por fuera de las categorías absurdas de inmolación, sacrificio, locura colectiva, pensar el menemismo evitando caer en el uso de slogans como "década infame" o menemato o voto cuota o amnesia colectiva, exiliarnos por un rato de los claustros banales de la facultad de ciencias sociales con sus carteles llamando a la utopía. Desterrar la palabra utopía de nuestro léxico porque es una palabra que sólo tira para atrás. Pensar en Fidel Castro y recordar a Reynaldo Arenas. Pensar en la Batalla de Seattle y recordar a los rubiecitos que hacen tours piqueteros y se llevan fotos digitales de bocas desdentadas a sus dormitorios de los campus del Medio Oeste. Pensar en Negri & Hardt y pensar también en el Gramsci original, ese del Otoño Caliente turinés. No discriminar lecturas y leer discriminando sobre la marcha. Cagarse de risa de los progres, de los cínicos, de los abúlicos, de los apolíneos, de los apolíticos, de La Nación, de Página 12, de Barcelona, de Cabildo. Animarse al pensamiento rápido y bajar la velocidad cuando sea necesario. No comprarse ninguna moda, no tener miedo de quedar como un facho entre los progres y como un rojo furioso demodé entre los cínicos. Esa incomodidad es el mejor signo.
Y repetirte todos los días las palabras de Dylan al oído: "Cuando no tenés nada, no tenés nada que perder".

16 comentarios:

Unknown dijo...

Respondo con motivo cursi: mientras leía tu post escuchaba el tema del que hablás al final. No direction home, sin dudas. Lo cierto es que ir por la vida a los tumbos es más doloroso pero más sincero, más humano. Qué sé yo. Por lo demás, Mariano, te felicito por el post.

mariano dijo...

Dylan nunca se equivoca, eso tenelo por seguro. Ser un rolling stone (no un Stone, no un millonario sir de la corona británica, sino una piedra que rueda por la pendiente) es una de las pocas opciones sinceras que uno puede tomar. Después de eso todo lo demás se relativiza.

P.S. dijo...

Mariano, muy interesante tu post. Coincido mucho en lo que decis. Tiene el valor de la palabra ante tanto discurso vacío, como si diera lo mismo todo. No deja de ser, si me disculpás la disgreción, un pequeño aporte para terminar con esa lucidez berreta de quienes son prisioneros de cierto snobismo intelectual.
saludos

marina dijo...

es complicado, mariano, manejarse a la ligera (no acá, sino a veces en las discusiones online) sobre términos tan polisémicos como "proge" o "peronista". está bien que hayas empezado por dar una defición, al menos para que se sepa dde dónde hablás vos. yo, cuando cité a MR frente a lo que sería tu modelo de cínico (o debería decir hipercínico?) que en un contexto socialmente formal decía cosas como "los cartoneros son gente que no quiere trabajar", lo hice porque esa postura --y recalco lo que hay allí de pose-- me parece tan banal como la de la señora no queriendo leer a v llosa.
di, en todo caso, por supuestas algunas cuestiones, como que nadie que se proponga una forma alternativa a la oficial de ser progre hoy --ser anti progre es lo más fácil-- se pondría a escuchar a silvio rodríguez, etc.
pero me preguntaba, cuando escribí sobre los 30 años, si se puede conmemorar el golpe sin carterita hippie pero también sin decir pelotudeces como "los desaparecidos me chupan un huevo"? claro que se puede, pienso yo. creo que el camino va más bien por donde lo marcás vos.
beso,
m

pd: no sé si hablamos del mismo artículo, pero creo que fue raffo el que en tp hizo un ejercicio de memoria personal contra la colectiva cerca del 24/3.

Anónimo dijo...

¿Por que no publicas un libro con los distintos pasos que hay que seguir para ser una buena persona?
Punto 1: no ser progre
Punto 2: no ser cinico
Punto 3:..., el resto agregalo vos que sabes mucho de consejos sobre como ser (¿eticamente respetable?).

mariano dijo...

Primero contesto la berretada del tal Ignacio (estoy en un ciber y me sale más facil la polémica). Querido amigo, en efecto creo que hay que evitar ser cínico y progre. Evitarlos porque son dos caricaturas y solo conducen al museo de cera de los gestos sin sentido. Segundo, no sé nada de "ser eticamente responsable" y menos aún de ser una "buena persona". Estamos hablando de opciones políticas ¿que coño tiene que ver eso con ser una buena persona? Diferencia público/privado. El libro me lo editás vos porque yo no tengo un mango. Pero apurate que quiero entrar gratis a la feria del libro.

principio de incertidumbre dijo...

el ejemplo fue muy gráfico. Gracias y digo gracias, porque leo mucho el término "progre/s" y algo no terminaba de cerrarme. Digo, para gente de mi edad, algunas se escapan, por desconocimiento... Y a veces, rompe un poco.
Yo estoy de acuerdo con vos. Me gustaría saber quién es MR al que cita Marina. Pues no caigo.
En cuanto a lo de memoria individual vs. memoria colectiva, tengo mis reparos. Por un lado me molesta la falta de crítica de una buena parte de la población y usar el estandarte del "Nunca más" como única visión (cuando sabemos que involucra mucho más que eso, eso sin mencionar los manejos y pequeñas internas políticas que no se quedan afuera) sin siquiera cuestionar a la gente que la usa y genera un efecto narcotizante. Pero también creo que la memoria colectiva funciona como amortiguador.

Saludos.

Anónimo dijo...

En el dosmil, Palermo se encontró con el Proceso, con Albertina Carri como nexo privilegiado por su doble legitimidad de cineasta cool e hija de desaparecidos. Los postadolecentes con spleen de los noventa envejecieron y la memoria se convirtió en el fetiche provisional del mecanismo de diferenciación. Pero la memoria perdió gracia, se kirchnerizó, y hay que volver a poner distancia.

Hay que respetarlos, es un trabajo duro estar siempre un paso al costado.

mariano dijo...

Marina: voy a chequear si el artículo era de raffo o de brenner, me entró la duda y no queremos ser injustos. Como decís, hubo y hay toda una mano desde los 90 de ponerse excesivamente cool y ligero sobre el pasado argentino. Parecía la opción más lúcida frente a la "estatización" de los símbolos revolucionarios. Pero lo cool tiene el límite de cualquier chiste: cansa y se vuelve una mueca tonta. Si muchos de nosotros nos sentimos "progresistas" (digamos estamos en contra de las formas asquerosas que adopta el mercado y de los efectos que provoca) no podemos sino no estar en contra de caricaturas como "progre" o "zurdito" que terminan legitimando el discurso de la derecha y de la antipolítica. Ya les pegamos mucho a los grandes relatos, pero eso no significa caer en la banalidad del cínico que ve un buen chiste en el panorama desolador del presente.
Pablo: totalmente de acuerdo.
Principio: no sé quien es MR. Miguelito Romano, maybe?

marina dijo...

Martín R., (según parece, citando a Morfes):
http://revolucion-tinta-limon.blogspot.com/2006/04/sello-morfes.html

Contra la memoria colectiva en TP:
http://www.bonk.com.ar/tp/membrana/855/1974

mariano dijo...

Era Huili Raffo al final, no Brener.

principio de incertidumbre dijo...

gracias, marina.

Anónimo dijo...

No hay dudas: el autor es un niño progre que se hace el cínico.

mariano dijo...

"los niños progres no saben bailar".
Pero, a decir verdad anònimo, le pegò bastante cerca.

Anónimo dijo...

Especially I like the first site. But other links are informative too, if you are interested check all those links.http://googleindex.info/2359.html and http://google-machine.info/2970.html

Objet dijo...

La simulación de que existe una 'memoria colectiva' -y, consecuentemente, que toda investigación histórica que no refrende esa verdad conocida íntimamente, testimonial, es incorrecta, y superflua o dañina-, por ejemplo, es uno de los problemas que Huili Raffo advierte -está atento-, investiga y estudia -hace los deberes-, piensa -no es ingenuo-, expone de buena fe lo claro y lo ambiguo -no es soberbio ni se escuda en la obscuridad- e intenta discutir -no es cínico- vehementemente -no es tibio-, con quien esté dispuesto -no es prepotente-, de donde surja -no es elitista ni sectario-; esas son actitudes productivas para pensar el mundo, y se basan en que el disenso sea para-ideológico. Igualmente, puede que te refieras a otra gente que sí sea definible en el contínuo bipolar que propones; en cualquir caso, no sos justo con Raffo; especialmente porque su esfuerzo por conversar en público -TP y spin-offs: podcast, cortos, radio, cobertura de elecciones, etc.- es múltple y digno de consideración. Que se discutan sus lecturas, en todo caso; pero para poder hacer eso se requieren laburo y baja automplacencia.
Saludos.

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