Si de repente nos encontráramos, Estela, volvería al otro día a caminar por la calle dónde te encontré, puede ser Pasteur, o Corrientes, supongamos que fue en la esquina de Pasteur y Corrientes, claro, para qué más vueltas, fue ahí donde te encontré con tu nena, ibas de compras, por el Once se compra más barato, herencia de la gallega, por eso. Y nos buscamos hoy por Corrientes y Pasteur y seguro que nos encontraríamos, estarías sola, mentiríamos qué casualidad, viniste a cambiar una camisa, claro, qué raro otra vez, viste, hasta que callaríamos, nos miraríamos, nos besaríamos, sin que nos importen los judíos, las vendedoras, los clientes, no te digo nada, paro un taxi, decís que nunca me pudiste olvidar, digo que me parece no pasó nada, en el taxi nos besaríamos nerviosamente, repetís que nunca me vas a olvidar, me hacés decir que nunca te voy a olvidar, que te quise mucho, fotonovelearíamos, decimos que querríamos revivir esa época, bajaríamos como si fuera domingo frente al mismo viejo hotel Biarritz, entramos con el mismo viejo temor, pago en el mismo viejo mostrador, mientras que bajás la cabeza, como antes, caminaríamos por el pasillo, subiríamos al primer piso, abro la puerta, ya estamos en la habitación, cierro con dos vueltas de llave, y después de abrazarnos largamente, lloraríamos.
Jorge Asís, "Estela" en La familia tipo, Planeta, Buenos Aires, 1974.
6 comentarios:
Esta mañana leí este cuento. El domingo me regalaron los Cuentos Completos de Asís, y empecé a lamentar haber sido prejuicioso con respecto a su figura.
Es verdad, nos lo perdimos durante bastante tiempo. Un efecto positivo del final del menemismo.
El tema Asis siempre genera polémica: "Como podés leer a ese tipo?"
Pero la verdad es que me gusta como escribe el Turco, me hace reir mucho y tiene algunas cosas memorables. Si todavìa no lo leiste te recomiendo Diario de la Argentina (una sátira sobre Clarín en la época de la dictadura), La familia tipo, Los reventados.
Fue o es menemista, es cierto pero si nos fijamos en la ideologìa de los escritores ¿quièn queda en pie?
Lei Estela anoche, me hizo reir (cuando dice que tiene dificultad con la palabra dictado), me hizo llorar, en fin, me zamarreó emocionalmente como nadie. Y eso que yo tambien soy un pibe de barrio endurecido a patadas (de otros)... Ahora tengo que leer (de vuelta) Flores robadas, Carne Picada y la Calle de los Caballos Muertos.
Gran cuento. Seguimos sumando a la "secta Salim".
Que hermoso cuento. La verdad me hizo llorar a mi también con el fragmento citado. Muy linda su historia. Saludos.
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