domingo, enero 15, 2006

Teoría del Osito

"El creador de la famosa Teoría del Osito, el alemán jujeño Boris Adolfo Goeringer*, tenía tres mujeres y sin embargo apenas se le paraba la pija. Con cierta mala fe, eran varios quienes lo susurraban en la cuadra, Goeringer era medio impotente y tal adjetivo sonaba como una lápida, en oportunidades bromeaba el mismo alemán a propósito de su presunta impotencia: decía que se le había formado un callito en el dedo mayor, de tanto darle al dediclit, su famosa especialidad. Y mostraba con grandeza el dedo: ligeramente inclinado hacia la altura de la uña, cierta dureza de color amarillo adornaba su yema."
Jorge Asís (o Astiz, según el recordado Gerardo Romano en una memorable polémica en el líving del Doctor Grondona. Para los anales de la bizarrie nacional). En Diario de la Argentina, Oberdán Rocamora editor, Buenos Aires, 2000.
* Léase Jorge Goetling, columnista de tango de Clarín. Uno de los tantos seudónimos que utiliza Asís para retratar la redacción del diario en aquella época.

Es rigurosamente conciente Asís que él, como personaje, se convirtió en uno de los peores obstáculos de su literatura. Una circunstancia que, en el fondo, tampoco deja de divertirle. Y sabe que pesan, en su contra, significativos pecados imperdonables.Cometió, primero, el pecado de dejar de ser de izquierda. Y de reírse, para colmo, del insolvente progresismo profesional de gran parte de sus omitidores.Cometió, después, el pecado de haberse quedado en Argentina en aquellos años del proceso militar. Y, para colmo, de haber tenido, sospechosamente, en tal tramo inmoral de la historia, éxito. Cometió, más adelante, el pecado de haberse atrevido a publicar el "Diario de la Argentina". Por lo tanto debe convivir con la contra eterna del silencio de Clarín y sus subproductos, con la solidaridad incomprensiblemente culposa de La Nación, y con la sumatoria derivada de la abrumadora cobardía intelectual de los unánimes colegas, quienes lo omiten, por las dudas, o con acostumbrado entusiasmo, porque temen comprometer sus apariciones posibles en la intrascendencia semanal de "Ñ". Y para colmar la ficha de sus arrogantes agravios estructurales, Asís cometió el intolerable pecado de haberse incorporado a la caravana de réprobos del menemismo. Y de haber sido embajador, artículo quinto, de Menem. ¿Cómo se puede saludar, siquiera, a un escritor como Asís?¿Qué hombre honorable puede atreverse a llevar, visiblemente, cualquiera de sus libros?
En http://www.jorgeasisdigital.com/v2/motor_textos.php?codigo=200 , septiembre 2005.

2 comentarios:

Jorge_Mayer dijo...

¿Leo mal o no dice a quién es la entrevista?

mariano dijo...

Perdón por el error, en realidad el extracto es de un texto del mismo Asís publicado en: http://www.jorgeasisdigital.com/v2/motor_textos.php?codigo=200
con motivo de la edición de sus Cuentos Completos, septiembre 2005.
Me confundí con una entrevista de Zeiger en Página que también había bajado.
Bueno, una "Fe de ratas", ya que estamos con Asís.