Está bien, 45 a 23. Una diferencia aplastante, que parece no serlo tanto para ciertos medios que hablan de la "gran elección de Carrió". Digamos: perdió por 22 puntos, apenas aumentó su caudal de la elección pasada (2003), ganó sólo en un distrito (como Lavagna, y sin embargo éste figura entre los "perdedores" en los balances mediáticos) y en varias de provincias rozó la inexistencia. Entiendo que Lilita sea un personaje pintoresco pero de ahí a inflarla y colocarla como una de las vencedoras de la jornada hay una larga distancia.
El caballito de batalla es la derrota del oficialismo en los grandes centros urbanos. En realidad es un analisis bastante sesgado y, por lo tanto bastante trucho. Santa Fe capital, Mendoza, San Miguel de Tucumán, Neuquén tambien son centros urbanos con predominio de clase media y en ellos ganó el FPV. Sin mencionar, por supuesto, el aglomerado urbano por excelencia: el Conurbano bonaerense. Se trata de una lectura facilonga y escasamente rigurosa que pretende construir un clivaje que no es tal. Por debajo de ese intento está lo que tal vez sea el mensaje más atemorizante que dejan estas elecciones: cierto resucitar del discurso antiperonista más rancio (ver el post de abajo) que se encarna no sólo en ciudadanos comunes sino también en algunos dirigentes. Hoy mismo la ex candidata Carrió hablaba de su felicidad por contar con los votos de "las personas libres"... Me alegro sinceramente de no contarme entre ellos.