martes, noviembre 02, 2010

sábado, octubre 30, 2010

Con unos amigos escribimos esto, a modo de humilde declaración:

http://estamosconcristina.blogspot.com

jueves, octubre 28, 2010

Más solos


Es muy difícil expresar lo que se siente en estas circunstancias. Generacionalmente, para los que oscilamos en torno a la frontera de los treinta años, el kirchnerismo y Néstor Kirchner representaron la posibilidad de ver con nuestros propios ojos que era posible torcer el rumbo que el país seguía desde, probablemente, el fracaso del proyecto alfonsinista.
Crecimos durante el menemismo y siempre tendremos -porque esos años iniciales dejan marca indeleble- algo de esa apatía y ese cinismo en nuestro inconsciente cultural. Nos incorporamos al mercado laboral cuando no existía un mercado laboral. Nuestra educación sentimental se dio entre las ruinas de un país asolado, y así, precarizados, desempleados, descreídos, con la piel curtida malamente, vimos llegar a Kirchner a la presidencia.

No lo conocía nadie. No lo votó nadie. Era el candidato de Duhalde, el que había llegado gracias a la defección de muchos otros: un presidente por descarte. Ayer alguien me decía: "fue lo excepcional en medio de la excepcionalidad". Es verdad. A veces se dan esas cosas. Kirchner corrió a la sociedad por izquierda, pero entendiendo por dónde estaban los huecos y por dónde las demandas sociales de un país destruido podían canalizarse. Eso que se dice tanto ahora, eso que ya suena a lugar común, la "vuelta de la política", implica la decodificación sensible y recia, un poco alocada pero nunca delirante de lo que una sociedad hecha mierda necesitaba en ese momento, aunque no lo supiera, aunque no lo supiera.

Nos hizo, en estos años, más difícil el ejercicio libre de nuestro cinismo generacional, y eso es algo que le vamos a agradecer para siempre. Tuvimos que volver, obligatoriamente, sobre esa certeza grabada a fuego en los 90: "todo es una mierda". Nos sorprendieron estos años reconociéndonos como oficialistas, aunque sea en una reunión para hicharle las pelotas a un interlocutor miserable. Toda una tarea para los que nos criamos en los años donde la política era algo que salía en revistas de la farándula. Kirchner nos sacó la verguenza y nos obligó a repensarnos como ciudadanos.

¿Qué carajo es la Anses? ¿Qué son las retenciones? ¿Qué significan las paritarias? Nosotros crecimos mirando a Chacho y Graciela en el estudio de Hora Clave, repitiendo "corrupción" como santo y seña del mal argentino. Ese era el horizonte videopolítico que configuraba nuestra perspectiva. Menem era un hijo de puta porque se cogía gatos y se hacía una pista en su casa de Anillaco. La pedagogía de Lanata y compañía nos enseñó a buscar el origen de la crisis nacional en las declaraciones juradas. El 2001 voló en mil pedazos todo eso. Kirchner, ese desconocido, que asumió la presidencia con una curita en la frente - y los simbolismos se los dejo a los que creen en esas cosas - reconstruyó desprolijamente y a toda velocidad un escenario nuevo. Empezamos a hablar de otras cosas, nos internamos por los caminos desconocidos del Estado.

Para cerrar, y ahora hablo en singular, siento que con su muerte se cierra un ciclo iniciado en 2001: el arco sentimental y político de mi (nuestra) entrada a la adultez. Es imposible saber cuán hondo es el vacío que deja. Es fácil, por el contrario, tener la certeza de que será muy dificil de llenar.

miércoles, octubre 27, 2010

lunes, octubre 25, 2010

the awful truth

Mientras tanto, en el mundo real - ese donde Clarín es, principalmente, un objeto que sirve para envolver huevos - pasan estas cosas.

jueves, octubre 21, 2010

Se llamaba Mariano Ferreyra, tenía 23 años y militaba en el Partido Obrero. Un trosko, según la jerga que muchos hemos usado para referirnos a estos partidarios con los que disentimos en tantas oportunidades. Nada de eso tiene sentido ahora. Lo mataron durante una emboscada mientras reclamaba por mejores condiciones de trabajo para los obreros ferroviarios. Lo mataron, todo parece indicarlo, miembros de una patota al servicio de la Unión Ferroviaria. Al momento de escribir estas líneas no hay ningún detenido por el hecho. Otra militante continúa internada con un balazo en la cabeza.
Me enteré de la noticia en la oficina y seguí los acontecimientos vía twitter y diarios online. Las expresiones "enfrentamiento" y "violencia sindical" que usaron los diarios no me sorprendieron, vienen a ratificar una vez más lo lejos que está el periodismo mainstream de preocuparse por la veracidad de los hechos y del respeto a las víctimas. Sí me sorprendió y me alarmó la reacción de mucha gente simpatizante del kirchnerismo que en twitter rozó el mal gusto, el revanchismo y la especulación sobre "la verdad oculta" que se escondía detrás del asesinato de Mariano. Escenas de una notable falta de capacidad para conectar con el sufrimiento del otro, para plantarse contra la violencia política. Y también el silencio sobre un hecho lamentable. Un silencio atronador.
Minutos después, escasos minutos después, se empezaba a hacer rodar una operación de prensa paranoica que ligaba a Duhalde como autor intelectual del asesinato por reunirse el día anterior con el secretario general de la Unión Ferroviaria. El victimario perfecto. La construcción de un relato cerradito, sin fisuras, para dejar tranquilas las conciencias. Los imagino a muchos googleando desesperados Pedrazza + Magnetto para lograr enhebrar la puntada final de una teoría conspirativa que los dejara, al fin, dormir por la noche.
Nada de eso fue cierto. La reunión con Duhalde se produjo en 2009. Magnetto no conoce a Pedrazza. Sin embargo, desde el programa 678 se intentó volver a instalar una versión falsa, pret a porter, sobre los sospechos de siempre.
Más triste aún, para los que tenemos algún tipo de cercanía con este gobierno, fue el silencio oficial sobre los acontecimientos. Llegué a casa cuando Cristina hablaba en Parque Norte sobre las bondades de las frutillas orgánicas. Una escena casi surrealista, una escena triste que hacía imposible no recordar a Fernando De la Rúa hablando de la pesca de la merluza mientras mataban gente. ¿Tanto costaba mandarle un abrazo a la familia de Mariano? ¿Era tan díficil ofrecer solidaridad con las víctimas? ¿Era imposible tomar medidas inmediatas para desplazar al jefe del operativo policial? Algo, algo, que no sea el silencio.
En fin, un día horrible. Se marcha mañana, desde la 16 en Plaza Congreso para pedir justicia por Mariano.

martes, enero 05, 2010

domingo, noviembre 22, 2009

T de Tupac

Lévi-Strauss, la Tupac Amaru, las políticas sociales y Fabio Zerpa. Acá.

viernes, octubre 30, 2009

Un radiante día de justicia

Al final llegó. Después de muchos anuncios frustrados, después de muchos desaciertos, después de años de insistir en un paradigma de políticas sociales que oscilaban entre el voluntarismo romántico de la organización comunitaria y los viejos sueños del pleno empleo que nunca volverá. Finalmente, se decide implementar una política social que enfrente la (nueva) estructura de la pobreza de lleno. Todavía faltan los análisis más finos, leer el decreto (¿alguien tiene un link por ahi?), sacar las cuentas, hipotetizar los impactos que esta medida puede generar. De lo que no quedan dudas es que estamos frente a la medida más importante en materia social desde hace años, ante la creación de un nuevo derecho al que será difícil, pase lo que pase, desmontar.
Complicado prever como cambiará el mapa social después de este ansiado día de justicia.

sábado, septiembre 19, 2009

Por una ley de la democracia

Los abajo firmantes apoyamos la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual porque entendemos que la actual concentración de medios de comunicación en manos de monopolios privados cercena el derecho a la información de nuestra sociedad, avasallando una de las conquistas más importantes y colectivas de la democracia, como es la libertad de expresión, en nombre de la defensa de sus intereses particulares. También entendemos que los binarismos no sirven para llevar adelante un debate productivo sobre esta ley fundamental, porque es una ley que trascenderá a los mismos actores en disputa. Ni el Gobierno ni la oposición ni las empresas monopólicas tienen las mismas responsabilidades, frente a una creciente demanda social de reforma del sistema de medios audiovisuales.


Porque más allá del contexto en que el debate se produce -originado en parte por los intereses que afecta el proyecto de ley- es inaceptable que la comunicación audiovisual siga regulada por una ley que, impuesta bajo la dictadura, cuenta hoy entre sus defensores a entidades como ARPA y ATA, que en ese momento eran parte de la autoridad de aplicación, y que hoy se envanecen en nombre de “la libertad”.

Porque es necesario incorporar la mayor cantidad de gente posible, a través de organizaciones intermedias, a la gestión de los medios y de sus contenidos, y que el Estado garantice una mayor pluralidad, a través de los canales institucionales amparados en la Constitución Nacional y no por intermedio de los intereses económicos de los particulares que, en nombre de la libertad de expresión, aprovechan su desregulada participación en el mercado para manipular la información a los fines de preservar su poder económico y político.

En ese sentido, entendemos al proyecto de Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual como una oportunidad histórica de fortalecer la democracia, tanto en lo que respecta a sus instituciones como a las posibilidades de participación.
Desmonopolizar mejora la calidad de vida democrática porque impide que un solo actor determine la agenda de la conversación pública liberando también a los trabajadores de esos medios monopólicos de las garras de un solo patrón. A su vez no hay democracia posible si los poderes que de ella surgen no garantizan una pluralidad de voces real, que dé cuenta de la polifonía de una sociedad que requiere de la participación de todos sus actores. Libertad de expresión entendida como participación pública de toda la sociedad, de un Estado que la garantiza, y no como construcción comunicacional de los negocios y acuerdos que se hacen puertas adentro. Una ley que garantiza mayor transparencia en la producción y circulación de contenidos, que la ley que nos legó la dictadura y aún hoy sufrimos.

Esta Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual será una Ley de la Democracia, fruto de dos décadas de debates, celebrados en foros, universidades nacionales y entidades de bien público que entienden al derecho a la información libre, plural e independiente como un paso más en la mejora de la calidad institucional y política de una sociedad. A 26 años del fin de la dictadura cívico-militar, se impone la necesidad de revalorizar la libertad de expresión en nombre de los intereses colectivos. Una ley que abra la posibilidad de convertir a la información en un bien público y no en un negocio que ha demostrado responder no sólo a la remanida libertad de empresa, sino a la imposición de políticas y agendas propias de un totalitarismo de mercado que se sustenta en la desinformación y la manipulación de un derecho adquirido por la sociedad en su conjunto.


Mariano Abrevaya Dios - Karina Arellano - Martín Armada – Mario Arteca - Eduardo Blaustein - Leopoldo Brizuela - Sonia Budassi - Mariano Canal - Alejandro Caravario - Fabián Casas – Natalia Castex - Pablo Chacón - María del Carmen Colombo - Juan Desiderio - Lucía De Gennaro - Cecilia Di Gioia - Gabriel Di Meglio - Cecilia Díaz - Ricardo Dios - Elsa Drucaroff - Mariana Enriquez - Patricio Erb - Horacio Fiebelkorn - Daniel Freidemberg - Romina Freschi - Martín Gambarotta - Griselda García - Alicia Genovese - Mercedes Halfon - Mariano Hamilton - Sebastián Hernaiz – Alejandro Horowicz - Claudio Iglesias - Juan Diego Incardona - Alfredo Jaramillo - Gerardo Jorge - Pablo Katchadjian - Violeta Kesselman - Marina Kogan - Ángela Lerena - Alejandro Lingenti - Joaquín Linne - Pablo Llonto - Gustavo López - Marina Mariasch - Fabián Mauri - Alejandro Méndez - Sebastián Mignogna - Ignacio Molina - Sebastián Morfes - Clara Muschietti - Fernanda Nicolini - Adrián Paenza - Paula Peyseré - Federico Piedras - Sol Prieto - Sergio Raimondi - Damián Ríos - Ana Laura Rivara - Martín Rodríguez – María Laura Romano - Alejandro Rubio - Diego Sánchez - Esteban Schmidt - Federico Scigliano – Sebastián Scigliano – Alejandro Sehtman - Damián Selci - Mónica Sifrim - Juan Terranova - Hernán Vanoli - Diego Vecino - Noelia Vera - Gabriela Vulcano - Alejandro Wall - Claudio Zeiger

miércoles, agosto 19, 2009

¿Y vos dónde estás?

Un trabajo importante se ha mandado el autor de este blog graficando las relaciones de entrada y salida (los links en el blogroll, esa moneda de intercambio de la economía simbólica de los blogs) de lo que se ha dado en llamar la "blogósfera".
Además del costado narcisista que inmediatamente te lleva a buscar tu posición y la de tus amigos/aliados en esa cartografía, el mapa revela visualmente algo que es del orden de la intuición: que las afinidades existen, que las "familias" se arman aún en contextos caracterizados por la presencia de infinitos a casi infinitos espacios y posibilidades, que, en fin, lo parecido busca a lo parecido tramando nuevas relaciones. La construcción de un campo.
Queda, una vez hecho este aporte gráfico, emprender lo más interesante: el análisis de esas relaciones. Considerar su peso social, sus efectos, dilucidar que mensaje se oculta entre esas líneas enmarañadas.

martes, agosto 11, 2009

Maquila

Largamos este nuevo proyecto. Pasen, lean, comenten, odien, adhieran, etc. Van a encontrar las cosas que nos obsesionan y en las que no podemos dejar de pensar ni un segundo: literatura & política, la ciudad, la formas culturales en las que estamos inmersos, lo que fue, lo que es, lo que podría ser, los sentidos y las prácticas que nos atraviesan, el rumor incesante de la sociedad.
Están todos gentilmente invitados.

viernes, agosto 07, 2009

The last breakfast

Ya no podremos volver a la secundaria.

Un toque de atención a los problemas argentinos

¿Qué te pasa Clarín? Gran frase del ex presidente, tal vez su one hit wonder de la campaña que pasó, pero que no dejaba de captar algo que estaba en el aire, algo que muchos sentimos desde hace tiempo: la rabia contra ese tentacular multimedio horriblemente escrito que condiciona desde sus tapas cualquier proyecto político minimamente progresista.
No sé si servirá de algo, pero desde acá extiendo mi solidaridad a los muchachos del blog, que siguen resistiendo desde acá.

miércoles, julio 22, 2009

Ayer me quedé hasta las cuatro de la matina leyendo los comentarios a este post. No les pido que hagan semejante locura, pero sí que le dediquen un poco de su tiempo a leer algunas de las cosas que se debaten ahí. Si se logra dejar en un segundo plano el tono agresivo (pero no olvidarlo, porque el tono también dice mucho) uno puede acercarse a una discusión, que para mi es crucial, sobre el lugar de los DD. HH. en la democracia argentina y sobre las tensiones entre construcción política real y memoria.
La larguísima tira de comments es, básicamente, una discusión entre Martín Rodríguez y Nicolás Prividera, director de la película documental M. Empieza como un debate sobre la entidad del kirchnerismo como proyecto transformador (o como otro fracaso deglutido por el "pejotismo") y culmina con intercambios entre los dos muy duros sobre el rol de la memoria, sobre la endogamia de los organismos de DD. HH., sobre la utilización política de los años setenta, sobre la construcción conflictiva de la democracia argentina. Me interesa que sea una discusión entre tipos de la misma generación, seguramente con recorridos vitales similares, pero que tienen miradas muy diferentes sobre qué hacer con todo eso - me refiero a la herencia política de la generación anterior, me refiero a la historia íntima familiar también - en el contexto abierto por el kirchnerismo.
La cuestión generacional más importante para los que nacimos en los setentas y crecimos en el menemismo es pensar el presente aún si tenemos que pensar en contra nuestro. Pensar, obsesivamente, esas tres estaciones que nos marcan generacionalmente: los años setenta, los noventa y el presente. Pensar las continuidades y los quiebres. Pensar el menemismo más allá de los papers de Flacso, pensar los setenta más allá de los libros que atesoramos en nuestras bibliotecas. Pensarlos en relación a nosotros, a la sociedad actual, ahora.
Me parece que la violencia verbal que se lee en el comentarios de LLP es fruto de que todo eso no lo pudimos, todavía, armar y de que seguimos recurriendo a materiales que, por más venerables que sean, hoy ya no resultan útiles. Y por eso, me parece, el error de Prividera de encasillar a los que discuten con él como "quebrados" o como "vendidos al menemismo". Es ese par 70s-90s, el que todavía no pudimos amalgamar en una lectura que de cuenta del presente. ¿Qué es Kirchner? ¿Cuánto de ruptura tuvo Kirchner, cuánto de continuidad con el "orden democrático"? ¿Derechos Humanos + superávits gemelos? ¿El museo de la ESMA es poner la memoria en un museo, literalmente, o un intento de escribir otra página sin tirar el libro entero del pasado por la ventana?
Por ahí pasan algunos de los temas que se leen en ese post (que creo dará mucho que hablar) y que algunos venimos discutiendo y pensando hace bastante, y que, sobre todo, nos constituyen como generación.

miércoles, julio 01, 2009

Algunas cosas

Quiero decir, pensar el 28 de junio no debe llevar ni a una reunión de AA ni a un juicio de Moscú revisited. Tampoco a la actitud necia de culpar a "los intendentes del Conurbano" (al respecto, mirar las cifras que postea conurbanos.blogspot.com) o al ya mítico "giro a la derecha" que en un año y medio habrían emprendido millones de votantes que en el 2007 votaron a Cristina.
La elección se perdió ahí, en esos millones de votantes "independientes" que esta vez eligieron por diversas razones votar opciones, a mi juicio, horribles pero a las que evaluaron mejores que este gobierno. Pensar que los votantes de De Narváez o del Acuerdo Cívico son gorilas que salen por las noches a escribir "viva el cáncer" o que son títeres del Consenso de Washington es no entender nada, y es, al mismo tiempo, entregarse al placer culposo de la autocompasión en la derrota. El kirchnerismo existió y fue posible y ganó elecciones gracias a los votos de mucha de esa gente. La posición más realista en pensar como recuperar a esos sectores que no cuestionan el grueso estructural del "modelo" sino que se han distanciado por errores propios, por el desgaste natural de cualquier gestión y, obviamente, por el aprovechamiento que la oposición hizo del malestar social. En la política, como en los deportes de competencia, también juega el otro.
Me quedé pensando en las líneas que tira Martín en el post que linkeé abajo: ¿en seis años de gobierno no se formó ningún cuadro de confianza y con solvencia técnica capaz de reemplazar a Guillermo Moreno? Y ya sé que Moreno se convirtió en una sinécdoque del gobierno que utiliza la oposición para atacar in toto la intervención del Estado en la economía. Ya lo sé. Pero la cuestión es que a esta altura trae muchísimos más problemas que ventajas. A esta altura la permanencia de Moreno (update: acaba de renunciar Jaime) es un regalo a la oposición.
Después la seguimos.
Yo quisiera que esto se forwardee mil quinientas veces a las computadoras de "el poder", por usar una metáfora berreta. Y también a las computadoras de los amigos, de los medio-amigos, de los conocidos que alguna vez (2005, 2007) votaron K, y a los que nunca los votaron pero uno sabe que, en el fondo, están más de este lado que de aquel.
Hay que salir del microclima en el que muchos entramos en el 2008 cuando se dió la confrontación con el campo. Sirvió, y mucho. Está bien. Se dotó de profundidad y consistencia un discurso, se levantaron viejas banderas, muchos sectores asistieron a un curso acelerado de "actualización doctrinaria", se construyó, en síntesis, un espesor ideológico del que carecía el kirchnerismo en sus primeros años. Pero con eso no alcanzó, con eso apenas se llegó a tocar las fibras sensibles de los que estaban preparados o predispuestos para recibir el flechazo ideológico. Digamos, el kirchnerismo debe salir ahora, desde la derrota, a plantearse las cosas con la mirada que tenía en el 2003: convencer, volver a ganar apoyos, intuír cuales son las nuevas demandas sociales y darles respuestas concretas. Tanto a los sectores populares como a los segmentos de clase media "progre" el kirchnerismo debe volver a demostrarles que puede desde el gobierno cambiarles un poco la vida en el mejor sentido. Sí, obvio, están las contradicciones, están los límites y estás los factores de poder que tratarán de impedir que el gobierno retome la iniciativa, pero todo eso no quita que el kirchnerismo sigue siendo gobierno y que tiene, todavía, a su disposición los recursos (económicos y políticos) para volver a ser mayoría.

martes, junio 30, 2009

Lo que viene

Lo de abajo salió excesivamente optimista para el contexto y para la depresión que tenía el domingo. Ok, no quería ponerme demasiado personal, contar que me metí en la cama a mirar al pelado de C5N con su pantallita interactiva en mute, mientras sonaba en la computadora Adagio en mi país de Zitarrosa, una especie de licencia poética setentosa a la que sucumbí intentado evocar por unos minutos la Gran Derrota Gran de la generación perdida. La verdad es que la sensación íntima que tengo es que lo que viene es horrible: Cobos, Reutemann, Macri, De Narváez, gente espantosa, de cartón, con discursos mezquinos, exitosos, gente sin pathos.
Creo que no soporto más esa palabra que se puso de moda desde el año pasado: "consenso". ¿Qué mierda es eso? La escucho, confieso, y se me vienen encima imágenes de muchos garcas alrededor de una larga mesa, posando para las cámaras porque todo está cocinado ya. El consenso es a 2009 lo que la ética fue a 1999. La contraseña vacía donde se reconocen los que forman lo peor de este país, y los cooptados por el síndrome de Estocolmo que les hacen de comparsa. No puedo creer que gente inteligente argumente su posición política usando esos términos, abogando contra la "soberbia" y otros sinónimos que reducen la política a una "lucha de almohadas".
Mi trosco interior me sugiere que se vayan todos a la mierda, pero estoy demasiado cortado por la civilización como para decirlo. Vox Populi Vox Dei, me repito mientras Pino en la tele saluda con su boina de geronte bohemio a los compañeros y habla por enésima vez de la Barrick Gold. Suficiente.