martes, marzo 31, 2009

Oración laica


Ya lo saben: murió Alfonsín. Es inevitable, para mi, sentirme un poco mal. Ya lo conté otras veces, el nombre de Alfonsín, para mi, está ligado a la infancia, lo cual tiñe todo lo que diga de una subjetividad distorsionada por recuerdos sembrados de imágenes escolares, de tardes pasadas frente a la televisión primitiva, de conversaciones (y apoyos) de mi familia que emergía de la dictadura con la cicatriz de lo irremediable, de la violencia asesina.
Me acuerdo de algo que dijo (o escribió) alguna vez Beatriz Sarlo: Alfonsín era capaz de citar de memoria a Max Weber y de recordar el nombre y apellido del último puntero radical de Villa Echenagucía. Esa mezcla rara y, quizás, única entre político de comité e intelectual orgánico del quimérico proyecto de la socialdemocracia argentina era lo que distinguía a Alfonsín. El discurso de Parque Norte, con la pluma de Portantiero & De Ipola, y la transa perpetua (e imprescindible) de la política de almacén bonaerense. Alfonsín fue eso.
Y también fue el hombre acosado por las corporaciones del poder real, el hombre que (una vez más en la historia argentina) se "extralimitó" en sus pretensiones democráticas: el juicio a las juntas, la ley de divorcio, las cajas PAN, las polémicas con Reagan en plena intervención de la Contra nicaraguense, y del final aquel que fue codificado por unos como "caos" y por otros como "golpe de mercado". Los años de Alfonsín distaron de ser la mansa transición a la española que, ahora con la canonización en ciernes, se intenta instalar. Años de conflicto donde se experimentó con fuerza las contradicciones entre "democracia" y economía de mercado. El paralelismo entre Alfonsín y Kirchner, con todas las distancias del caso, no nos parece equivocado en este sentido.
No podemos no estar tristes con la muerte de un tipo que muchas veces estuvo a la izquierda de la sociedad que le tocó gobernar. Creemos que la política es esencialmente eso: ir más allá de lo que pide y tolera la sociedad. La historia, creemos, limará esas aristas conflictivas. Siempre es más fácil el camino a la santidad republicana que el recuerdo de las contradicciones, de los callejones sin salida, de los fracasos.
Y más allá de todo eso, me quedo con el recuerdo imborrable de una madrugada muy lejana de un 31 de octubre, con las voces familiares que gritaban que la larga noche polar había terminado.

sábado, marzo 28, 2009

Cable a tierra

Perdón, sólo publico esto para demostrar que en algún momento Pepe Eliaschev también tuvo onda. Hace Muuuuucho tiempo. Vayan a 0:29 del video. Bueno, tampoco tanto ahora que lo vuelvo a ver. Ah, los ochentas....

http://www.youtube.com/watch?v=aR5lyTFrt8w

martes, marzo 24, 2009

33


A la izquierda no hay nada.

lunes, marzo 23, 2009

El sonido y la furia

Una semana cargadita. Y la que viene. Y la otra. Vivimos tiempos interesantes definitivamente. Leer los diarios, ese ritual semi religioso que odiamos pero no podemos dejar, nos depara la aventura de ver, casi en una máquina del tiempo, el retroceso discursivo e ideológico de la derecha argentina: modelo agroexportador 2.0., justo cerquita del bicentenario como para que el paralelismo con el primer centenario sea casi una referencia de taquito. El fisiocratismo enfervorizado de la derecha vernácula alcanza niveles que nunca se hubiesen imaginado. El campo nos da de comer a todos; es la rueda que mueve la economía; el corazón palpitante del cuerpo argentino. Un siglo de luchas económicas, de experimentos políticos, de movimientos sociales, barridos al tacho de basura de la historia. Para el discurso "opositor" el país debe insertarse al mundo en base a sus "ventajas comparativas": la fertilidad lúbrica de los ganados y las mieses. Eso es lo que somos y el siglo XX - desde el 30 - no fue más que un extravío (la larga agonía de la Argentina próspera) que nos llevó a querer ser lo que no podemos ser.
El liberalismo, ese que los chicos rozagantes del verano toninegrista creían haber enterrado, sigue estando tan presente como siempre. El colapso del 2001 apenas abrió la puerta para que otras interpretaciones se colaran: Kirchner es eso, la sorpresa grata que nadie esperaba. Pero ahora, tras seis años de crecimiento, de revitalización del Estado (con todos sus límites) llegó el momento de volver a poner las cosas en su lugar. La súbita resurrección de la "teoría del derrame" que propalan los ruralistas (ya saben: si el dinero de las retenciones se queda en el campo se reactiva la economía, bla bla bla) y el ataque en todos los frentes a la política de intervención económica sostenido por la oposición, no revelan un súbito redescubrimiento filosófico de Adam Smith sino que dan cuenta de que esos sectores consideran agotado el modelo que les sirvió para salvarse tras fin de la convertibilidad. Fin de época, dicen. Ahora hay que dejar en paz al campo, sostienen. Dependerá de nosotros que no les sea tan fácil.

viernes, marzo 13, 2009

Oops, I did it again!

Si algo sabemos de Kirchner es que redobla las apuestas. Lo digo objetivamente, no sé si eso es bueno en toda circunstancia, pero evidentemente es un rasgo del carácter del tipo. Poco le duró a Mauricio Macri su picardía tempranera, ya estamos en campaña y en junio se define todo esto.
Personalmente la medida no me molesta, no nos rasgamos las vestiduras por la "ultrajada previsibilidad republicana", bla bla bla. Digo, nadie se calienta por eso, seamos sinceros. Las caras compungidas de los radicales y los de las CC hoy en el Congreso delataban, más bien, la frustración de haber sido sorprendidos nuevamente y verse obligados a resolver sus cuestiones internas precozmente. El acting pour la galerie invocando con solemnidad el "abismo institucional" es meramente dirigido a esa porción del electorado (que abunda en la CC y la UCR) que todavía cree que la lucha política es "una guerra de almohadas", para citar la ocurrente expresión de Martín Rodríguez en un post reciente. La actitud de Macri y De Narváez a favor de la medida indica que esos tipos conocen un poco más de que se trata el oficio que eligieron.
Ni idea sobre qué va a pasar. Supongo que hoy en más de una consultora habrán descorchado champán. Más laburo para el gremio al que, de manera muy tangencial, también pertenezco. Nos gustan las elecciones, nos gusta seguirlas como espectadores, nos gusta esa adrenalina: un vicio más, y van. Se viene un invierno interesante.

jueves, marzo 05, 2009

Últimos movimientos

Es difícil y cansador actuar como exégeta de las estrategias de palacio, uno termina escribiendo con esa prosa falsamente barroca de Van Der Kooy o con los meandros obsesivamente repetitivos de Morales Solá. Así que hablando directamente, me parece que los últimos movimientos de Cristina & Néstor por fin van en la dirección más inteligente de desactivar "por las buenas" el discurso beligerante del campo y la oposición. La polarización de mediados de 2008, reconozcamos aunque nos duela, fracasó estrepitosamente. No se pudo imponer el "relato" (aunque esa palabra me hincha mucho las pelotas, Buzzi dixit) de la racionalidad de la 125 y, para peor, se agigantó la figura de personajes de estatura microscópica como Cobos.
Es más inteligente la jugada de arrebatarle el tono "civilizado" a la oposición, dejándola sola y a los gritos, pidiendo cosas cada día más insólitas y aberrantes. Sí, que se queden vociferando pidiendo bautizar como "Dr. Hugo Biolcati" a una escuela de frontera, o erigir un monumento al "Autoconvocado Heroico" en cada plaza del país. El día del State of the Union speech, en ese sentido, CFK tendría que haberse abrazado a Cleto, sonreirle, sacarse cientos de fotos con él. De esa manera, seguramente, el fulgor del vice se hubiera apagado tan rápidamente como surgió.
El tema es que con la crisis que se viene todos esos personajes que acapararon durante un año los micrófonos y los diarios defendiendo a sectores acomodados van a tener que buscarse otros temas (o, en verdad, los temas importantes se los van a llevar puestos) que no sean la sacrosanta lucha por nuestros queridos y sufridos sojeros. Lo inteligente, entonces, ir despejando desde ahora el camino.

lunes, marzo 02, 2009

Veo gente muerta (o no tanto)

Así como dijimos el otro día que leer las entrevistas de Fontevecchia en Perfil era lo más parecido a asistir a una intensa sesión sadomasoquista, ahora debemos recomendar calurosamente la columna "Los mejores chimentos políticos (y de sociedad)" del mismo diario. Espacio donde uno puede acercarse (con temor y temblor) a los restos de naufragio de la galaxia menemista.
Una especie de viaje en el tiempo, que nos transporta a los lejanos y felices días de mediados de los noventas, donde la política (y la "sociedad", como bien apunta Perfil) convivían en armonía en aquellas míticas fiestas, asados, cócteles de embajadas y orgías varias que poblaban las páginas de las revistas neoliberales. Ah, qué épocas. Casi casi, les confieso, toca una fibra íntima de mi ser leer los nombres de personajes como Carlos Corach, Matilde Menéndez, Jorge Pereyra de Olazábal, Jorge Blanco Villegas, Alieto Guadagni y tantos otros ilustres representantes de un tiempo en que reinaba la sensatez y la racionalidad, donde las empresas privadas podían desarrollarse libremente, donde la modernidad por fin se instalaba en estas tristes provincias.
Una lectura obligatoria, en serio.

El largo verano de la rabia

Police are preparing for a "summer of rage" as victims of the economic downturn take to the streets to demonstrate against financial institutions, the Guardian has learned.
Britain's most senior police officer with responsibility for public order raised the spectre of a return of the riots of the 1980s, with people who have lost their jobs, homes or savings becoming "footsoldiers" in a wave of potentially violent mass protests.


Como dice el Profeta: va a ser muy fuerte la lluvia que va a caer.

lunes, febrero 23, 2009

Gaby Lilita Buenos Aires

No, no es un nuevo escalón en el descenso irrefrenable del neurótico neoyorquino más famoso a las profundidades de la banalidad. Se trata de lo que deja la lectura dominguera de un nuevo capítulo de las "Entrevistas de Fontevecchia", un ritual sadomasoquista al que nos hemos hecho adictos desde hace algún tiempo. Cosas como:

—¿De Narváez es tan peronista como Solá, o Solá es más peronista?

—Felipe hace mucho tiempo que milita en las filas del peronismo, entonces su identidad peronista está más arraigada. Francisco desde siempre dijo que se sentía identificado con el peronismo, pero hay una dificultad enorme para definir qué es el peronismo, porque tenemos Menem, Kirchner, Duhalde, Francisco, Felipe, Reutemann.

O

—Un antecedente de disciplina partidaria. Sobre Carrió dijo en diciembre pasado que ella era “muy personalista y más sesgada que yo en la construcción política, y por eso estamos en espacios diferentes”. Pero Carrió sigue repitiendo que con usted va a cualquier lado. ¿Carrió la quiere más a usted, que usted a ella?

—Yo tengo un respeto muy importante por ella, y además le tengo aprecio. Más allá de que a veces me enojo y me da bronca alguna de las cosas que hace, creo que es una persona muy valiosa para el sistema político argentino. Lo que me distancia es que limita demasiado las posibilidades de construcción, y cuando ella etiqueta de una manera tan rápida y facilista situaciones que son un poco más complejas, y que además, están compuestas por personas muy razonables, que no tienen cuestionamientos éticos o de deshonestidad, que son las cosas en que ella hace tanto hincapié. Ahí me da un poco de bronca. Me parece que ella, en ese punto cierra un poco, las puertas y las posibilidades de vínculos.

Una política de los nombres de pila: Francisco, Felipe, Mauricio, Lilita. Una política, parece, dominada por los afectos cara a cara, por el conocimiento íntimo, casi díria, como la que puede dominar en las elecciones internas de un club de tenis o en las reuniones de la comisión administradora de un country. Ese tema de los nombres de pila me intriga hace bastante. ¿En qué momento comenzó (con Graciela, con Chacho)?, ¿De qué trasformaciones de los vínculos representativos da cuenta? No tengo más que hipótesis impresionistas, estaría bueno leer algo al respecto. Una especie de "entre nos" que obra como ficción de familiaridad, pero que en boca de Michetti resulta totalmente naturalizado, totalmente inconciente: todos sabemos que De Narváez es Francisco y que Felipe es Solá, no es necesario aclararlo para la gilada desprevenida, todos formamos parte del mismo círculo y pronunciar los apellidos resulta redundante y acartonado.
Y lo mismo para esa economía de las pasiones que explica los armados políticos: nada de coincidencias ideológicas, nada de discusiones de fondo; apenas la atracción, el afecto, la buena onda como cemento de las articulaciones electorales. Como sea, tal vez no es tan grave. Todavía a Biolcati no le dicen "Hugo" ni a Buzzi "Eduardo". Cuando llegue ese momento ya va a ser más preocupante.

viernes, febrero 13, 2009

Por siempre juvenilia

Odio la psicología barata aplicada a la política, pero estoy convencido de que buena parte del comportamiento entre errático y patético de personajes como Felipe Solá y Aníbal Ibarra se explica por su paso en la tierna adolescencia por el querido Nazional. El ego, el ego siempre por delante como una fuerza irresistible.
Obviamente, también me incluyo en lo que me toca, aunque en una escala un tanto menos dañina a nivel colectivo. Gracias a Dios.

viernes, febrero 06, 2009

Z

Volvió.
(En griego significa "está vivo", como nos enseñó Costa Gavras, cuando éramos chicos progres del Nazional)

El latido del corazón a la izquierda

Hoy andaba con ganas de ir a ver la película del Che. La de Benicio del Toro y Steven Soderbergh. Me daba curiosidad ver que hace con el Che el director de Sexo, mentiras y video, esa película icónica de los primeros noventas. Al final no fui a ver la película (ir solo al Tita Merello un viernes a la noche es una experiencia que prefiero evitar. Digamos que quedarse encerrado escuchando OK. Computer de Radiohead o The Boatman's Call de Nick Cave resulta más alegre en comparación) pero me quedé pensando en Guevara y me sumergí en una especie de sueño narcolépsico en la wikipedia surfeando por entradas referidas a las pesadillas de la izquierda revolucionaria.
Pasaron ante mi el Ejército de Liberación Simbionés, la Venceremos Organization, los Weatherman, el Black Liberation Army, la Angry Brigade, el Ejército Guerrillero de los Pobres, los Grupos de Resistencia Antifascista... con sus banderas, sus símbolos, sus manifiestos, sus asesinatos, sus mártires, sus delirios. Hoy de todo eso no queda nada. Sólo el gesto un poco camp de invocar esos puños crispados alzados en un mundo al que sólo podemos tener acceso a través de la máquina cultural que lo revive en documentales, novelas y películas. En cintas de video. Vistos desde hoy, desde el mundo de la democracia formal y el mercado, esas formaciones nos resultan un tanto curiosas, un tanto excéntricas, un tanto infantiles. Chicos grandes inventando logos revolucionarios, estandartes, copiando el estilo iracundo de los manifiestos vanguardistas, inscribiéndose en polígonos de tiro para practicar con armas hurtadas, grabando cintas clandestinas encapuchados. Entre la foto de Korda del Che y Sandinista de los Clash hay una deriva lenta que va de la lucha política al mercado. Ya sabemos quién ganó. Y no digo que eso me moleste del todo.
En el daily de hoy de TP, se dice que "pegarle a la izquierda no es cool". No estoy del todo seguro, no estoy nada seguro. La izquierda en Argentina (por lo menos desde hace 25 años) es apenas una referencia cultural sin anclaje político alguno. Se dice "soy de izquierda" con mucha liviandad. Algo que se identifica con ir a la marcha del 24 de marzo, con estar a favor del aborto, con estar contra Macri porque tiene una papa en la boca o porque abraza con asquito a los pobres, o por algún vago recuerdo adolescente de haber tenido un disco de Víctor Jara en el cuarto del departamento del Socorro allá en el lejano 1973. Ser de izquierda hoy en Argentina también puede ser una estrategia para épater la bourgeoisie sin correr ningún riesgo: he escuchado con mis propios oídos a elegantes millonarios decir que iban a votar a Pitrola. Si Pitrola pudiera confeccionar las listas para los futuros huéspedes de la Lubianka supongo que no lo dirían con tanta ligereza...
Pero esencialmente sí, pegarle a la izquierda es cool. Nos burlamos de ellos por sus lecturas, por sus gustos musicales, por su fidelidad al Museo de la Revolución, por su lealtad a objetos y lugares que consideramos ya parte del pasado y a los que sólo accedemos como guiño o referencia posmodernista. Escuchamos las palabras "clase obrera" en la boca del Chipi Castillo y no podemos contener la carcajada. ¿Quién de nosotros vió jamás a un obrero? Pero mientras comemos en Palermo (en un bolichito, ojo, eh, nada palermero, algo "auténtico") discutimos sobre la soberbia de los K, sobre la falta de diálogo, sobre las referencias fallidas de Cristina a Hegel, sobre el clientelismo político en La Matanza, y después pasamos a Vicky Cristina Barcelona y si está buena de verdad y cuánto nos gusta Bardem y después a Barcelona la ciudad y que bueno estaría ir este invierno allá. Y mientras, todo sigue igual, igual a sí mismo.

viernes, enero 30, 2009

Garcarino

Todo bien, pero ¿es necesario que Cristina anuncie personalmente cuánto va a costar el calefón Orbis o el lavarropas Sarasa? Lo pregunto de onda, porque de comunicación política no entiendo nada...

lunes, enero 26, 2009

Amigazo


Mi madre cuando nos retobábamos solía decir "no hay poronga que les venga bien". Sí, ya sé, no es lo que esperan del buen salvaje amiguitos, esperan un comentario de los diarios recién publicados de Susan Sontag, o un menage a trois entre Kirchner, Obama y el espectro de las Black Panthers Bonaerenses. Pero bueno, hoy estos señores me hartaron.
Ah, el amigazo está en la wiki, para las cincuentonas que se mojan con él.

PS: esto tal vez explica mejor la situación:
POLÉMICA POR LAS CARTAS DE PORTE. Buzzi dijo que la gratuidad de las cartas de porte dispuesta por el Gobierno son "una burla" para los productores y "un castigo" a la entidad que él conduce. "Decir que mejora la situación de los productores por el ahorro de siete millones de pesos en concepto de cartas de porte es una burla", señaló en un comunicado.

El dirigente agropecuario aseguró que "en realidad, lo que intentan con esta decisión es sancionar y perseguir a la Federación Agraria, que es una de las entidades habilitadas para comercializarlas, por haber enfrentado el modelo de concentración económica que lleva adelante este gobierno".

Las cartas de porte son documentos sin los cuales no se puede transportar granos en el país, y que tenían un valor aproximado de 10 pesos. La FAA tiene a cargo el 10 por ciento de las cerca de 12 millones de Cartas de Porte que se emiten en el país, lo que representa para la entidad gremial ingresos anuales por unos 2.400 millones de pesos, ya que percibe unos dos pesos por cada documento.

Esta situación podría traer aparejado el despido de cientos de trabajadores, según advirtieron desde esa entidad. Sólo en la provincia de Santa Fe, la Federación da trabajo a 200 personas para la emisión de las cartas de porte en las 70 bocas de expendio de ese distrito.

sábado, enero 24, 2009

La máquina de sueños

¿Cuánto falta para la película de Obama diriga por Spike Lee, con Denzel Washington y Rosario Dawson en los roles principales? ¿Qué hacemos con Morgan Freeman? ¿Y con Will Smith?

miércoles, enero 14, 2009

Lecturas de verano (II)

Al leer la Historia de la Revolución rusa de Trotsky uno no puede más que caer fascinado ante el estilo y la fuerza de esa escritura. Como toda gran obra política, seduce con una arrolladora pasión por la racionalidad de sus argumentos. Si algo hay que reconocerle a los trotskistas es que son fanáticos de la Razón. El trotskista, más que buscar convencer apelando al sentimentalismo o al odio por los efectos destructores del capitalismo, intenta siempre persuadir mostrando la lógica interna de las leyes históricas. Los trotskistas, aún en sus delirios (o precisamente por sus delirios) son una especie en extinción del Iluminismo. Una de las últimas.
Lo podemos ver hasta en las figuras un tanto patéticas del trotskismo argentino, como Altamira o el Chipi Castillo. Altamira, por ejemplo, se sienta en el living de Mauro Viale para hablar sobre la crisis financiera y empieza a tirar números y datos económicos sacados del Wall Street Journal o de Le Figaro. "-Esto no lo digo yo, Mauro, lo dice el Washington Post, que no es un periódico proletario, precisamente..." Esa estrategia de edificar los argumentos en base a los datos que el enemigo deja escapar, ese uso de las fuentes burguesas para restituirle a la realidad su "verdadero" sentido histórico es un procedimiento muy típico del trostkismo, que lo distingue de otras corrientes marxistas más dadas a exaltar a las "masas" o al "pueblo" sin racionalizar demasiado la cosa.
Como sea, la cuestión es que te lees el libraco de Trotsky y fantaseas por un rato como hubiera sido tu vida de haber caído en la poco original etapa estudiantil trosca. Claro que después te acordás del lunático parado en la vereda de Marcelo T. de Alvear con un megáfono a los gritos como un predicador evangelista, o de los carteles vivando la Gloriosa Lucha por la Liberación de los campesinos explotados de Uzbekistán, o de los discursos sobre la inminencia de la revolución mientras, afuera, Menem y De la Rúa eran votados una y otra vez. Y cerrás el libro y se te pasa.

martes, enero 13, 2009

Algo supuestamente divertido

Se me había ocurrido algo divertido sobre la supuesta candidatura del "Lole" al 2011. En serio, era divertido. Tanto que me reía solo mientras atravesaba el Parque Centenario a las 11 de la noche. Y hay que reirse solo mientras caminás a esa hora por el Parque... no es precisamente un entorno que imponga la carcajada fácil.
Pero después, no sé, me vino una cierta melancolía. Sólo el teclear "Lole" me deprime. Ese uso generalizado de los apodos, ese confianzudismo atroz, tan generalizado en los medios. Gente que ni conozco, que me cae pésimo, o que me cae indiferente, o que directamente no registro y sin embargo te ves impulsado a llamar por un diminutivo familiar. La gran familia de la sociedad del espectáculo, donde hasta el pinche más paupérrimo cree posible entablar un vínculo afectivo con los "de arriba" a través del uso de los sobrenombres, o de los nombres de pila. ¿Qué hará Felipe? ¿Y Lilita? ¿Y Cristina?
Y también me puse a pensar más en serio en Reutemann y la imagen más cercana que se me ocurre es la de un De la Rúa après la lettre. Otro hombre austero y prolijo. Otra esperanza rubia que nos rescate de la hybris política. Una vuelta a la normalidad. Un aterrizaje suave. Y sigan sumando todas las metáforas gastadas que se les ocurran. Y ya con eso lo supuestamente divertido que había pensado se desvaneció en el aire.

lunes, enero 12, 2009

Lecturas de verano


Uno de los libros más divertidos que leí recientemente es Viajes de un chef, de Anthony Bourdain. El libro fue escrito en base a las andanzas de Bourdain por el mundo para su programa No Reservations (que es, dicho sea de paso, una de las mejores cosas que se pueden encontrar en la tele actualmente). A diferencia de la tendencia televisiva-gastronómica onda "Marley" que supone que tomar contacto con las cocinas de lugares exóticos (exóticos para los visitantes, claro) consiste en engullir cucarachas fritas o larvas de babosas al vapor, Bourdain desecha la tentación del exotismo berreta para probar y criticar la comida que verdaderamente se come en cada región. Sus lugares preferidos son los mercados, los puestos callejeros de comida al paso, los bolichitos poco seductores para los turistas, los bares cualunques donde transcurre el ir y venir cotidiano de los "nativos", las comida casera preparada en cocinas de casas de familia, bien alejada de cualquier sofisticación for export. Y además, el libro está bien escrito. Tiene una sensibilidad y una ironía que hace pensar en Bourdain como una especie de Joey Ramone de la gastronomía: un poco inmaduro, un poco zarpado, apenas agresivo, pero con buen gusto. Y además, cuando se le suelta la cadena, le pega a la misma gente que nos gusta ridiculizar.

Contra la "cultura sana":
"En California no se puede fumar en ninguna parte. Lo dice Rob Reiner. Lo dicen los capullos célebres, que viven en condominios amurallados y utilizan expresiones como "clase obrera"... sin haberse sentado nunca en la vida en un bar para darse un chute y tomar una cerveza a primera hora de la tarde con alguno de esos animales. Para ellos, un bar es el lugar donde nosotros -currantes proles oprimidos, estúpidos y lumpen- somos víctimas de las compañías de tabaco que encarnan el mal y, con sus inteligentes anuncios, nos hacen caer en la trampa de matarnos a nosotros mismos y a nuestros vecinos. Para mí, el bar es la última línea defensiva.
(...) Es sólo cuestión de tiempo que un nazi bienintencionado irrumpa en tu cuarto y te arranque de la mano ese cigarrillo que fumas después de haber mantenido relaciones sexuales."
(La traducción gallega, Dios, es de lesa humanidad).

Contra los vegetarianos:
"Cada vez que preguntaba a alguien cómo y en qué momento preciso había decidido privarse de productos animales, la contestación siempre hacía suponer una tragedia personal o decepción, que nada tenía que ver con la comida. "Acababa de divorciarme", contestaba uno. "Me había quedado sin trabajo", contestaba otro. "Tuve un ataque al corazón", decía otro. "Rompí con mi...", "Cuando decidí marcharme de Los Ángeles, empecé a pensar en muchas cosas...". En cualquier caso (con mi irónica manera de pensar), se me ocurrió que algo los había amargado en el mundo que una vez los acogiera... Y que ahora buscaban con desesperación nuevas normas de vida, otra ortodoxia, algo en que creer."
(...) "Escondeos en vuestras preciosas casas y comed verduras, pensaba yo. Si os hace sentir mejor poned una calcomanía de Greenpeace o de la NAACP (Asociación para el Avance de la Gente de Color) en el parabrisas de vuestros Beemer (así podéis llevar a vuestros hijos a las escuelas exclusivas para blancos). Salvad la selva tropical -por todos los medios posibles-, de modo que podaís visitarla algún día en scooter, provistos de calzado cómodo, hecho con el trabajo forzado de niños de doce años. Salvad una ballena, mientras millones de seres humanos siguen siendo vendidos como esclavos, mueren de inanición, viven jodidos y mueren ejecutados, torturados, olvidados."

Contra el turismo global:
"Mi plan era celebrar el Año Nuevo en Apocalypse Now, un bar de marginados de nombre prometedor, a pocas calles del Continental. ¿Qué mejor lugar para estar cuando den las doce - pensé - que un siniestro bar de marginados en Saigón? Esperaba ex mercenarios adictos al opio, prostitutas agresivas con minifaldas plateadas, vietcongs "occidentales", americanos que en su tiempo habían desertado, granujas del mercado negro, mochileros australianos, ajados barones del caucho franceses con caras marcadas por la corrupción y los efectos de la malaria. Esperaba la plebe internacional, traficantes de armas, desertores y asesinos a sueldo. Tan alto apuntaban mis esperanzas. Pero desde el momento en que pongo un pie dentro, todas se vienen abajo al instante. ¡Apocalypse Now es un sitio cool! ¡Hay comida! Hay una multitud de turistas bien vestidos de origen americano, canadiense y taiwanés sentada en el comedor de la parte trasera entre macetas con palmeras y luces navideñas, cerca de un bufé con entradas calientes, ensaladas y lo que parece una torta Selva Negra. Venden remeras con el logo de la película. Proyectan fútbol en una pantalla colocada en un lugar elevado cerca de un pequeño escenario. Rubias bronceadas por el sol con acento del Medio Oeste y peinadas a lo Tammy Faye beben cócteles de colorines en una limpísima barra de fórmica."